x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

“Quiero ver delfines”: así puede ayudar a que Mariana, una niña de Medellín con fibrosis quística, cumpla el sueño de ir al mar

La familia de la niña de 6 años no tiene los recursos económicos para pagar el viaje que quiere hacer desde hace varios meses con su mamá y su hermana.

  • Mariana tiene 6 años y desde que tenía 3 meses le diagnosticaron fibrosis quística. Las imágenes se publican con consentimiento de la madre. FOTOS Cortesía
    Mariana tiene 6 años y desde que tenía 3 meses le diagnosticaron fibrosis quística. Las imágenes se publican con consentimiento de la madre. FOTOS Cortesía
  • A Mariana le gusta pintar, estudiar, jugar y compartir con otros niños de su edad. La imagen se publica con consentimiento de la madre. FOTO Cortesía
    A Mariana le gusta pintar, estudiar, jugar y compartir con otros niños de su edad. La imagen se publica con consentimiento de la madre. FOTO Cortesía
04 de marzo de 2025
bookmark

Mariana no conoce el mar, pero ha visto su inmensidad. Ha tocado el agua salada con la punta de los dedos y se ha sumergido con su mamá y su hermana. Ha serenado sus pensamientos cuando ve desde la orilla las olas que van y vienen. Ha sentido la arena en sus pies. Mariana no conoce el mar, pero sueña una y otra vez con él, se imagina que está en una playa cumpliendo un anhelo al que se aferra desde el año pasado y que solo podrá cumplir a punta de solidaridad.

“Mi sueño es ir al mar, quiero ver a los delfines, ver el atardecer, vivir muchas experiencias en el mar y cosas así”, dice la niña desde su casa, en el barrio Picacho de Medellín. Hace seis años, Mariana llegó a este mundo. Tres meses llevaba en él cuando le diagnosticaron fibrosis quística, un trastorno hereditario que causa daños graves en los pulmones, el sistema digestivo y otros órganos del cuerpo. Una enfermedad que la ha apartado de la vida normal de una niña, que a veces le impide estudiar y jugar, que le causa dolores con frecuencia y que muchas veces la sume en la desesperanza.

Le puede interesar: Melany, la valiente sobreviviente al cáncer que sueña con tener una gran fiesta de 15 y conocer el mar

Su mamá Milena Holguín Vargas recuerda que la vida les cambió cuando Mariana estaba recién nacida y descubrieron que tenía esa condición y que ya había estado presente en la familia. Desde entonces, vinieron las dificultades para respirar, los cólicos, las idas al hospital, los chuzones de inyecciones, los medicamentos, las nebulizaciones, las preguntas sobre los porqués y los esfuerzos diarios por resistir, pese a que los médicos dieron una baja probabilidad de vida que la familia espera que se extienda lo máximo posible.

“Ella está en una en un programa de enfermedades huérfanas de Savia Salud (EPS) y estaban muy pendientes de todo, del oxígeno, de los medicamentos, que le llegaran a tiempo y todo; pero el año pasado y lo que va de este año, no me le han dado medicamentos correctamente. Entonces, muchos me ha tocado comprarlos, pero son demasiados costosos y como yo no puedo trabajar en una empresa por estar al cuidado de ella, me ha quedado muy duro”, señala Milena.

Además puede leer: La fábrica de favores en Medellín que cumple sueños y alegra vidas

Los suplementos que debe tomar la niña están entre lo más costoso y aunque en ocasiones cuentan con el apoyo de la Fundación Mariana Profibrosis Quística, allí no siempre tienen los medicamentos, lo que hace que la situación de Milena sea crítica y muchas veces se ha visto imposibilitada para comprarlos.

Además de la situación económica, el otro dolor con el que cargan es que Mariana deba perderse las actividades cotidianas de la niñez. El año pasado, por ejemplo, estuvo hospitalizada mucho tiempo, con condiciones de aislamiento, y perdió la posibilidad de ir al colegio. Y es un dolor increíble, porque si algo le gusta a la niña es estudiar, en especial porque puede socializar con sus compañeros y jugar y divertirse y sentirse parte de un universo infantil del que ha estado privada casi siempre.

A Mariana le gusta pintar, estudiar, jugar y compartir con otros niños de su edad. La imagen se publica con consentimiento de la madre. FOTO Cortesía
A Mariana le gusta pintar, estudiar, jugar y compartir con otros niños de su edad. La imagen se publica con consentimiento de la madre. FOTO Cortesía

“Le encanta jugar, le encanta dibujar, le encanta saltar, le encanta la gimnasia, le encanta nadar”. Las palabras de su madre describen el mundo de posibilidades que Mariana quiere explorar. Además, como es muy flexible desde pequeña, con su hermana mayor Danna, otra niña de 10 años, imita los movimientos y las rutinas de gimnasia que ven en videos. Cualquier oportunidad de hacer esta actividad la aprovechan al máximo porque son esporádicas.

A principios del año pasado, Mariana estuvo triste, su ánimo empezó a decaer en medio del cansancio que expresaba por los dolores, por los tratamientos, por las idas frecuentes al hospital. Pero su madre y su hermana la animaron con la idea de que había mucho que le faltaba por conocer, que no era momento de rendirse. Así nació el sueño de conocer el mar.

La idea de estar parada frente a la enorme masa de agua que solo ha visto en videos y libros le da a Mariana esperanza todos los días. Dice cada tanto que no quiere irse de este mundo sin conocer el mar, que su mayor deseo es estar en él con Milena y Danna, que es muy joven aún y le falta mucho por ver. Y se aferra a ese sueño tanto como a la vida.

Pero en medio de las condiciones económicas de esta familia del barrio Picacho de Medellín, por más que lo quieran, no es posible concederle un sueño así a la niña. No hay posibilidad de que por sí mimas consigan el dinero que necesitan para el paseo.

Hace algunos días, la fundación Un Viejo Favor conoció la historia de Mariana y se puso manos a la obra para ayudarla a cumplir el deseo. Por ello, está en busca de apoyo de las personas que quieran sumarse a la causa con donaciones de dinero. Pero no pretenden solamente que la niña pueda conocer el mar, sino también que Milena tenga cómo comprarle los suplementos que necesita, así como adquirir una lavadora para disminuir la carga de tareas domésticas que cumple al tiempo que cuida a su hija.

Si usted quiere aportar, puede hacerlo a través de la cuenta de ahorros de Bancolombia 24500011098. Así, tal vez, el sueño de una niña apegada a la esperanza contra toda adversidad pueda convertirse en un sueño colectivo.

Siga leyendo: El banco de leche materna de Medellín ha salvado a 9.100 bebés de la malnutrición

El empleo que buscas
está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD