Un conductor, aparentemente después de tomarse más de ocho cervezas, tomó su vehículo y en el camino chocó un carro en el que iban dos menores de edad y una mujer embarazada, dejándolos lesionados a todos. En su huida se estrelló contra otros tres vehículos hasta que mediante las cámaras de seguridad y el trabajo de los agentes de tránsito lograron detenerlo para que respondiera por todos estos siniestros.
Casos como este son comunes en la ciudad y ya se han registrado 50 este año, en los cuales se implementó el protocolo contra los vehículos fugados de la Secretaría de Movilidad de Medellín.
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De estos casos reportados, van siete que se resolvieron en su totalidad, logrando no solo interceptar al conductor, sino que se le inicie un proceso judicial por las lesiones o las muertes ocasionadas por el siniestro, además de la respectiva omisión de socorro ocurrida al momento que el afectado opta por seguir su marcha tras la colisión.
El caso con el que arrancó esta historia ocurrió en la madrugada del pasado 23 de febrero en la calle 50 (Colombia) y el conductor continúo por este corredor, moviéndose en zig-zag, pues por su estado de alicoramiento no podía controlar su marcha. Con apoyo de los agentes de la Policía Metropolitana se logró la captura de este conductor, quien arrojó grado dos de embriaguez luego de los exámenes toxicológicos.
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El protocolo contra los vehículos fugados de Medellín comenzó el año pasado, luego de que el secretario de Movilidad, Mateo González, decidiera articular todas las cámaras de seguridad y movilidad del distrito ante la cantidad de casos de accidentes que ocurrían y se quedaban sin resolver porque no se le hacía seguimiento a los automotores que evadían su responsabilidad huyendo.
“La iniciativa la tomamos de cuando yo trabajé en la Secretaría de Seguridad en la primera administración del alcalde Federico Gutiérrez. Siempre hacíamos un despliegue de cuando había un hurto o un homicidio y empezamos a identificar quién era el agresor con las cámaras de seguridad y las LPR. Ante lo que sucedía con los accidentes, comencé a hacer lo mismo, articulando todas las cámaras a Movilidad”, explicó el secretario González.
Con esta articulación, Medellín pasó de tener 50 cámaras al servicio del tránsito a que estas aumentaran a 3.200, lo que ha permitido hacerle seguimiento en tiempo real a cada accidente y dar con el responsable de cada siniestro en cuestión de horas, en algunos casos, o de días en otros, pero ya con bases sólidas.
Uno de los casos representativos ocurrió el 23 de abril del año pasado en la avenida Guayabal, cuando un carro arrolló a una ciclista, identificada como Eny Viviana Zapata Urrego, de 40 años, provocándole la muerte. Luego de varios seguimientos, con las cámaras de seguridad se ubicó el carro en la Loma de los Bernal y se confirmó que este pertenecía a la hermana de Sebastián Cano Ospina, el joven que mató a sus papás el 15 de abril del año pasado en un conjunto residencial de Envigado. Finalmente el vehículo fue inmovilizado para iniciar el proceso por esta muerte.
¿Cómo opera el protocolo?
Según explicó el secretario González, cuando se reporta un siniestro vial y ocurre una fuga, de inmediato se hace una comunicación con el centro de control para iniciar el monitoreo mediante las cámaras LPR de la ciudad.
Con base en este rastreo, se articula la comunicación con los agentes de tránsito que están en regulación, es decir, los que están en la calle para que de inmediato comiencen con la persecución correspondiente, de acuerdo con el trazado que dan las cámaras. Finalmente, con apoyo de los agentes de Policía Judicial, que son los encargados de todos los procesos principalmente con fallecidos, se llega hasta donde está el vehículo y se comienza todo el proceso contravencional.
Toda esta estrategia se está complementando con el Centro de Atención y Orientación a Víctimas de la Secretaría de Movilidad de Medellín, desde donde con un equipo de abogados se le brinda asesoría a las víctimas de estos hechos para que interpongan las acciones legales sin tener que pagar por ello.
“Cuando tenemos un caso de estos y los atiende el equipo de Policía Judicial, se comparte la información de los familiares del lesionado o del fallecido al equipo de la Unidad de Víctimas. Lo primero que se hace es un contacto por parte del equipo de psicología, manifestándoles que somos de la Secretaría de Movilidad, que tenemos un equipo de Unidad de Víctimas, que nuestro servicio es completamente gratuito, que nuestra finalidad es hacerles un acompañamiento en el proceso”, explicó González.
Hay articulación, pero falta
Esta estrategia cuenta con la articulación con distintas autoridades, pero parcialmente. Sin embargo, con estas limitaciones se lograron resolver casos ocurridos en Medellín en los que el conductor escapó hacia otro municipio.
Uno de los casos ocurrió en la Vía al Mar por el Túnel del Occidente, cuando el conductor de un carro se llevó a su paso a una motocicleta, dejando a su conductor lesionado, a un costado de la doble calzada, cuando este se disponía a reiniciar su recorrido.
Apenas se informó del caso, hubo una articulación entre la Secretaría de Movilidad de Medellín y la Seccional de Tránsito y Transporte de la Policía Antioquia para lograr dar con el paradero del carro, ubicándolo en el municipio de San Jerónimo y deteniendo al conductor.
Sin embargo, el secretario de Movilidad afirmó que aún falta mucha articulación con las autoridades de movilidad de los otros nueve municipios del Valle de Aburrá para que esta estrategia sea completamente eficiente, principalmente cuando los conductores escapan hacia las localidades vecinas.
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“Lastimosamente, en el tema tecnológico aún no estamos integrados con los otros municipios y toca hacer unas articulaciones muy manuales. En algunos casos hemos tenido resultados, pero yo creo que es uno de los grandes retos a futuro, que es algo que hemos expuesto en el Consejo Metropolitano de Movilidad”, aseguró González.
La efectividad de esta estrategia ha venido en incremento, ya que el año pasado se reportaron 23 casos de accidentes con fugados durante el segundo semestre, de los cuales ocho lograron resolverse, pero en antaño la reacción era muy lenta cuando se presentaban estos hechos con lesionados o víctimas y con vehículo fugado.
“Ese tipo de situaciones no las podemos normalizar y hemos creado conciencia en la secretaría para que nos indignemos y trabajemos al máximo por ubicar a los agresores. Todo porque la gente espera una reacción por parte de nosotros y que seamos capaces de resolver ese tipo de casos”, concluyó el secretario.