Durante la asamblea extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA), Uruguay lanzó una crítica contundente hacia el régimen venezolano, comparando sus métodos represivos con las tácticas de castigo empleadas por el nazismo.
El embajador uruguayo ante la OEA, Washington Abdala, afirmó que las acciones del gobierno venezolano recuerdan al “Sippenhaft”, una táctica nazi que perseguía a los familiares de sus enemigos. “Sippenhaft era el método que usaban los nazis al perseguir a los familiares de los judíos para judicializarlos a ellos también. Y delito ninguno”, dijo.
Abdala también arrojó una crítica que pareció estar dirigida al silencio de Colombia, México y Brasil durante la reunión, “solo con firmeza se corre a esta gente, los que analizan el asunto y la van de ajedrecistas no saben lo que es cuando un pueblo está desesperado por libertad”, expresó.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció, además, los múltiples abusos documentados en Venezuela, incluyendo represión violenta, detenciones arbitrarias y persecución política poselectoral.
La presidenta de la CIDH, Roberta Clarke, señaló que las represiones actuales replican patrones observados en las protestas de 2014 y 2017. Clarke destacó el uso arbitrario de la fuerza, que ha resultado en la muerte de al menos 23 personas, muchas de ellas jóvenes. De estas muertes, diez son atribuibles directamente a las fuerzas del Estado y seis a colectivos armados afines al chavismo.
Desde finales de julio, las organizaciones de la sociedad civil han documentado al menos 2.400 detenciones, muchas de las cuales han sido selectivas contra opositores percibidos, incluyendo periodistas, líderes de la oposición y defensores de derechos humanos.
La CIDH también informó sobre la cancelación ilegal de pasaportes, el cierre de medios de comunicación y el uso de aplicaciones para incitar a los ciudadanos a delatar a otros. Clarke concluyó que la estrategia del gobierno de “divide y vencerás” ha generado un clima de temor e intimidación entre la población.
A raíz de las denuncias, varios países intervinieron para exigir la publicación de las actas electorales, un paso previo para reconocer los resultados de las elecciones venezolanas. El embajador estadounidense ante la OEA, Francisco Mora, reiteró la necesidad de iniciar conversaciones para una transición pacífica y respetuosa, acusando a los representantes de Maduro de involucrarse en terrorismo de Estado y de perpetuar un clima de miedo.