El polémico presidente del Perú, Pedro Castillo, cumple el 28 de julio su primer año como jefe de Estado y la duda está en si, por cuenta de los escándalos y crisis que tiene a cuestas, podrá llegar a esa fecha. Incluso, en cábalas políticas peruanas también se ha planteado cuánto tiempo más podrá seguir en la Casa Pizarro –sede principal del Ejecutivo– después de cumplir sus primeros 12 meses de gestión.
En el panorama hay de todo. Su esposa, Lilia Paredes, estuvo el viernes tres horas en la Fiscalía Anticorrupción declarando por un expediente de posible corrupción por el presunto tráfico de influencias que se le abrió a su hermana, Yenifer Paredes. La primera dama fue como testigo por un caso que se abrió debido a que las dos mujeres presuntamente se habrían aliado con privados para facilitarles contrataciones estatales.
De hecho, en la región norteña de Cajamarca, de donde es oriundo Castillo, se habría desarrollado un evento en el que la primera dama y su hermana hablarían de censos a la población para una obra de saneamiento. La cuñada del mandatario y su esposa supuestamente estarían acompañadas de un representante legal de la empresa JJM Espino Ingeniería & Construcción, que en septiembre de 2021 ganó una licitación por más de 3,8 millones de soles (cerca de un millón de dólares).
Pero hace menos de un mes, el 17 de junio, fue el propio Castillo quien estuvo por 4 horas frente a un fiscal anticorrupción por cuenta de un expediente por presunto tráfico de influencias, organización criminal y colusión agravada que lo toca a él directamente.
Incluso, en este proceso están salpicados dos de sus sobrinos y dos exfuncionarios que eran de su confianza. La causa judicial es por un multimillonario contrato, de unos 62 millones de dólares que se le habría adjudicado al Puente Tarata III –un consorcio conformado por las firmas H.B, Tapusa y Termirex) para construir un puente en la región amazónica de San Martín.
Sin embargo, Castillo defendió su gestión y la de su familia. “Nadie nos va a hacer retroceder el camino emprendido por el pueblo, aunque haya una agenda aparte que nos quiere distorsionar”, dijo desde su natal Cajamarca.
Pero, además, Castillo está sin partido, con poco respaldo político en el Congreso y con la amenaza de una moción de censura en su contra que podría sacarlo de la Casa Pizarro. ¿Durará en el poder? .