París, Berlín, Kiev y Moscú acordaron ayer dar a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) “un papel más directo” para mejorar la aplicación del alto el fuego y la retirada de las armas pesadas en el este de Ucrania, y le encargaron que haga un informe diario de la situación.
Ése es uno de los compromisos convenidos ayer en una conversación telefónica, por los presidentes de Francia, François Hollande; Ucrania, Petro Poroshenko; Rusia, Vladimir Putin, y por la canciller alemana, Angela Merkel.
Según un comunicado emitido por el Elíseo, los cuatro coincidieron en constatar que ha habido “progresos” en la aplicación de las medidas que ellos mismos habían decidido en la cumbre de Minsk el pasado 12 de febrero para terminar con el conflicto en el este de Ucrania, pero también que “la situación debe mejorarse”.
Una nueva reunión para el seguimiento de los compromisos de la cumbre de Minsk está programada para el próximo miércoles, con la participación de los ministros de Exteriores de los países de lo que se conoce como el formato de Normandía.