La tragedia de Paloma Nicole Arellano, la adolescente de 14 años que murió tras someterse a una cirugía de busto en Durango, México, ha puesto en el centro de las investigaciones a su madre, Yazmín Escobedo Quiñónez.
De acuerdo con la Fiscalía estatal, ella fue quien autorizó a su pareja, el cirujano plástico Víctor Manuel “N”, para realizar el procedimiento, pese a no contar con el consentimiento del padre de la menor.
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Las autoridades sostienen que Escobedo no solo incurrió en omisión de cuidados, sino que además participó activamente en la preparación del procedimiento y habría falsificado documentos oficiales para que la intervención se llevara a cabo.
Hoy está privada de la libertad junto a su pareja, en espera de las audiencias del próximo 3 de octubre, donde se determinará si ambos serán vinculados formalmente a un proceso judicial.
El caso tomó un giro más grave cuando se reveló que la madre ejercía como enfermera sin estar registrada en el Registro Nacional de Profesionistas. Pese a carecer de título, acompañaba a su compañero sentimental en diferentes cirugías.
“Exijo que se investigue a todos los responsables”, dijo Carlos Arellano, padre de la menor, al denunciar que nunca fue informado de la operación y que incluso fue engañado: la madre le dijo que su hija tenía covid y la llevaría a la sierra.