Desde que el mandatario estadounidense Donald Trump llegó a la Casa Blanca a inicios de este año, sus decisiones políticas y diplomáticas han estado en medio del ojo de huracán. Su muy cercana jefa de gabinete, Susie Wiles, quien fue bastión importante para su victoria presidencial, confirmó, refiriéndose a Trump, que “los alcohólicos en general tienen personalidades exageradas cuando beben”.
En un reciente reportaje que publicó la revista Vanity Fair, Wiles aseguró que el magnate y el actual presidente de Estados Unidos “tiene la personalidad de un alcohólico”. Una expresión que si bien hace referencia al consumo directo de este tipo de bebidas, si la utiliza más para especificar la personalidad tan peculiar de Trump y la manera en la que toma decisiones.
Justamente, esta afirmación aparece en medio de un relato personal en el que Wiles explica su experiencia de vida con su padre, que enfrentó durante años un problema de alcoholismo. Ella, sostiene que a partir de esa vivencia, desarrolló la capacidad de identificar ciertos rasgos de comportamiento asociados a personas alcohólicas.
Es por eso que Wiles compara a Trump con estos rasgos en la personalidad. En los cuales se refiere más características conductuales como impulsividad, sensación de omnipotencia, dificultad para aceptar límites y toma de decisiones extremas.
“Algún psicólogo clínico que sepa un millón de veces más que yo rebatirá lo que voy a decir. Pero los alcohólicos de alto funcionamiento o los alcohólicos en general, tienen personalidades exageradas cuando beben. Y por eso soy una experta en personalidades fuertes”, le dijo Susie Wiles al medio anteriormente citado.
Y agregó que Trump tiene “la personalidad de un alcohólico”. “Él “opera [con] una visión de que no hay nada que no pueda hacer. Nada, cero, nada”, relató.
Los episodios
Wiles narra como su relación laboral entre Trump y ella estuvo a punto de quebrarse luego de un episodio que protagonizó en mandatario en su campo de golf en Miami en 2026. Tras la revelación de una encuesta que lo dejaba mal parado en Florida, Trump enfrentó a Wiles enfrente de varias personas. “No creo que lo haya visto tan enfadado desde entonces. Estaba despotricando y desvariando. Y yo no sabía si replicarle o mantenerme estoica. Lo que realmente quería era llorar”, le dijo a Vanity Fair Wiles.
Tras ello, la ahora jefe de despacho se enfrentó al magnate y le dijo que ella era la única que lo podría hacer ganar, y así fue. Desde ese momento es mano derecha del presidente estadounidense.
La reflexión sobre la personalidad caótica de Trump, cobra más sentido luego de que, al mero inicio de su mandato, diera sus anuncios de decisiones de políticas públicas a través de redes sociales, incluidas medidas en materia de seguridad, relaciones internacionales y cambios en su equipo de gobierno. Algo en lo que se parece a su homólogo en Colombia, Gustavo Petro.
En política exterior, Trump protagonizó giros repentinos en su postura frente a otros países. Manejando además a su gusto una “paz” que pactó entre el gobierno israelí y Hamás, una que hasta el momento no ha dejado muchos frutos.
En el ámbito económico, el entonces presidente anunció en varias ocasiones aranceles o sanciones comerciales de forma súbita, casi inmediatamente al entrar a la Casa Blanca. Lo que desató tensiones diplomáticas, por ejemplo, entre México, Canadá y Colombia.
A lo anterior, se le suman las reacciones personales frente a jueces, medios de comunicación o congresistas que no están a su favor. Los cuales han derivado directamente en decisiones de Estado, como vetos, bloqueos legislativos o enfrentamientos institucionales.
Y es que estos episodios se mencionan como parte del contexto para entender el estilo de gobierno de Trump, que se caracteriza por la rapidez en la toma de decisiones, su estilo autoritario y una personalidad fuerte que lo hace un líder muy dinámico, pero también inestable e imprevisible.
Las declaraciones de Susie Wiles buscan explicar -de alguna forma- la lógica detrás de ese comportamiento tan abrupto y determinante de Trump. Diciendo que “tiene una personalidad fuerte y de un alcohólico”, trata de mostrar, -más allá de si consume o no esta sustancia- que su forma de gobernar, caracterizada por la impulsividad y su figura de líder “supremo”, es lo que determina su paso por la presidencia de Estados Unidos.
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