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En el inicio de la cumbre del G20 en Osaka, Japón, el presidente norteamericano, Donald Trump, se cruzó con su homólogo español, Pedro Sánchez, a quien habría mandado sentar mientras le señalaba cuál era su asiento en la reunión.
Los mandatarios, que ya se habían saludado con un apretón de manos, volvieron a encontrarse en el recinto, y cuando Sánchez quiso dirigirse a Trump, este le mostró su silla con la mano, como si le estuviera pidiendo que se sentara.
Algunos medios españoles, no dudaron en afirmar que fue un trato despectivo.
Es una de las imágenes de la cumbre del G-20. Trump corta de forma tajante el intento de Sánchez de charlar con él.
— EL MUNDO (@elmundoes) 28 de junio de 2019
✍ Informa @carlossegovia_ , enviado especial a Osaka https://t.co/VwFDINfpy4 pic.twitter.com/qeWOsy67PL
Fuentes del Ejecutivo de Madrid le restaron importancia y subrayaron la cordialidad con la que se saludaron.
Ante el hecho, Sánchez se rio y se sentó en su sitio.
Trump bajó el tono en el inicio del G20
En este encuentro diplomático, el más importante de deliberación sobre política y economía en el mundo, el magnate estadounidense rebajó este viernes el tono de las críticas a sus socios en Osaka, donde tiene previsto reunirse con su homólogo Xi Jinping para intentar frenar la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Tras sus críticas a la política comercial de China, India y Alemania -a este último país lo acusó de estar “en mora” por no contribuir lo suficiente al presupuesto de la Otan-, el presidente de Estados Unidos hizo uno de sus habituales cambios de tono en sus primeras reuniones bilaterales en Osaka.
“Es una persona fantástica, una mujer fantástica y estoy contento de tenerla como amiga”, afirmó en una reunión bilateral con la canciller Angela Merkel, quien por otra parte no quiso hablar sobre sus recientes temblores en público, que despiertan dudas sobre su estado de salud.
Sobre la crisis en Irán, Trump, quien apenas hace unos días dijo que en caso de guerra “duraría poco”, aseguró este viernes en cambio que “no hay prisa” en resolver el conflicto.
En lo económico, la mirada estará puesta en la reunión del sábado entre Trump y Xi, en la que los líderes de la primera y la segunda economías mundiales deberían abordar la guerra comercial que, según economistas e instituciones internacionales, puede tener un impacto negativo para el crecimiento global.