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Estado Islámico vuelve a atacar a talibanes tras su llegada al poder

Al menos 80 víctimas dejó un ataque suicida en una mezquita. Es el segundo en menos de una semana.

  • El de Kunduz es el segundo atentado del Estado Islámico contra una mezquita en lo que va de la semana. El domingo también se presentó un ataque similar en un templo de Kabul. FOTO EFE
    El de Kunduz es el segundo atentado del Estado Islámico contra una mezquita en lo que va de la semana. El domingo también se presentó un ataque similar en un templo de Kabul.
    FOTO EFE

La tradicional plegaria de los viernes en una mezquita de Kunduz, al norte de Afganistán, se convirtió ayer en un baño de sangre.

Los rezos y alabanzas de los chií, una minoría religiosa en ese país, se confundieron con los desgarradores gritos de desesperación y ayuda luego de un ataque suicida en el lugar de culto Sayed-Abad que deja, hasta el momento, 80 muertos y un centenar de heridos.

El lugar, que estaba abarrotado por ser día de descanso y en el que más fieles suelen acudir al rezo, quedó convertido en una escena de terror.

Imágenes que circularon por redes sociales mostraron la magnitud de la tragedia. Docenas de cuerpos yacían sobre la moqueta (alfombra) de la mezquita, algunos bañados en sangre, otros, mutilados en medio de los escombros. Mientras tanto, en el exterior, los Talibán intentaban imponer el orden en medio de la multitud temerosa de ser víctima de otra explosión.

“Hasta ahora hemos recibido 35 cadáveres y más de 50 heridos”, dijo a la agencia Afp un médico del hospital central de Kunduz.

La ONG Médicos Sin Fronteras, indicó, por su parte, que el centro médico que operan en esa ciudad recibió “a más de 90 pacientes heridos y al menos 15 cadáveres”.

Los líderes del gobierno del Emirato apuntaron al Estado Islámico (EI) como los autores del mortífero ataque. Los señalamientos fueron confirmados horas después, cuando el grupo extremista reivindicó su responsabilidad y reveló que el kamikaze, apodado “Mohammed el uigur”, hizo explotar su chaleco al interior de la mezquita.

Antonio Guterres, secretario general de la ONU, condenó el ataque “en los términos más enérgicos”.

“Los ataques contra civiles que ejercen su derecho a practicar libremente su religión son violaciones de los derechos humanos fundamentales y del derecho internacional humanitario”, expresó el Secretario General en Twitter.

Seguidilla de atentados

El de Kunduz es el segundo atentado que más víctimas cobra desde que los talibanes tomaron el control de Kabul, el pasado 15 de agosto.

El primero fue el ataque suicida al aeropuerto de la capital afgana, el 26 de ese mismo mes en medio de las labores de evacuación de las tropas estadounidenses y otras naciones. El ataque dejó 170 muertos y también fue reivindicado por los yihadistas.

Del mismo modo, el atentado de ayer se convirtió en el segundo registrado en menos de una semana contra un lugar de culto, luego de que el domingo se presentara una explosión al frente de la mezquita Eid Gah de Kabul, donde se llevaba a cabo una oración en memoria de la madre de Zabihullah Mujahid, portavoz talibán. Al menos cinco personas perdieron la vida en esta acción que también fue reivindicada por el Estado Islámico.

Las acciones, que generan temor en la población, estarían dirigidas por las células locales del grupo extremista, denominadas EI-K (Estado Islámico del Khorasan), las cuales tienen como bastión las regiones de Kunar y Nangarha, donde estarían concentrados entre 500 y 1.500 de sus miembros.

Esta rama afgana del Estado Islámico, que se ha declarado enemiga de los Talibán, se ha ensañado con los chií, una minoría perseguida en un país mayoritariamente suní.

Los fieles que profesan esa rama del islam, pertenecen a la etnia Hazara, la cual representa entre el 10 % y 20 % de la población del país (unos 40 millones de habitantes). Ellos son el blanco constante tanto de los talibanes como del EI-K, que los considera herejes.

Las recientes acciones del grupo yihadista han provocado que los talibanes lancen una serie de operaciones en su contra, pues los consideran la amenaza principal contra su naciente Emirato.

"Continúan las operaciones de nuestras fuerzas especiales y de los servicios de inteligencia contra el Daesh (acrónimo del EI en árabe). Esperamos poder erradicarlos pronto y eliminar esta sedición del país", dijo Bilal Karimi, portavoz talibán

Sitios donde fueron los atentados

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