El inesperado y acalorado enfrentamiento entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, dejó a Europa en una posición crítica. Tras los encuentros de Trump con otros mandatarios europeos, el giro diplomático pocos lo anticipaban, la reunión entre el ucraniano y el norteamericano derivó en una discusión televisada que afloró grandes diferencias entre los aliados occidentales sobre el rumbo de la guerra en Ucrania.
Zelenski, quien esperaba reforzar el respaldo estadounidense, recibió en cambio una crítica directa de Trump y de su vicepresidente, J.D. Vance. “No tienes las cartas. Se están muriendo, se están quedando sin soldados. Estás jugando con la Tercera Guerra Mundial”, dijo Trump en medio de la tensión. Cuando el líder ucraniano exigió que no se hicieran concesiones a “un asesino”, Trump le refutó, “no estás siendo nada agradecido”. Minutos después del encuentro, Trump afirmó que Zelenski “no está listo para la paz” y se conoció que el ucraniano habría sido expulsado de la Casa Blanca.
Europa cierra filas con Zelenski
La reacción europea no se hizo esperar. Bruselas, que ya había manifestado su preocupación por las ambigüedades de Trump respecto a Ucrania, envió de inmediato un mensaje de respaldo a Zelenski. “Nunca estarás solo. Seguiremos trabajando contigo por una paz justa y duradera”, escribieron en un comunicado conjunto Ursula von der Leyen y António Costa, líderes de la Comisión y el Consejo Europeo. El presidente francés Emmanuel Macron, quien había estado días atrás reunido con Trump, conversó telefónicamente con Zelenski tras el encuentro y reafirmó el compromiso de Francia: “Hay que respetar a los que han luchado desde el principio”. Varios líderes europeos que han mostrado su apoyo a Kiev se reunieron el domingo en Londres para buscar la manera de afrontar la situación y encontrar un acuerdo que sea favorable para Europa y que permita “salvar” las relaciones con Estados Unidos.
Las divisiones dentro de Europa
A pesar de la respuesta de la mayoría de los líderes europeos, algunos países se distanciaron de Ucrania. Viktor Orbán, primer ministro de Hungría y aliado de Moscú dentro de la UE, celebró la actitud del presidente estadounidense: “Los hombres fuertes hacen la paz, los débiles hacen la guerra”. En Austria, el partido de extrema derecha FPÖ respaldó a Trump y criticó la “intransigencia” de Zelenski, sugiriendo que la insistencia ucraniana en una “paz sin concesiones” solo prolonga el conflicto. El discurso de Bruselas sigue siendo el de unidad y apoyo a Kiev, pero la realidad es que los recursos empiezan a agotarse y los líderes europeos no tienen una respuesta clara sobre qué hacer si EE.UU. deja de aportar”, agrega Rayran.
El dilema de Europa: ¿un nuevo orden geopolítico?
El encontrón entre Trump y Zelenski ocurre en un momento crítico para Europa. En los últimos meses, la presión sobre los gobiernos europeos ha aumentado debido a la crisis energética, de defensa y el crecimiento de movimientos de extrema derecha que cuestionan el apoyo a Ucrania.
El Colombiano habló con el experto internacionalista Alejandro Rayran, para entender a profundidad la situación. “Europa se encuentra arrinconada, con una extrema derecha creciendo y dependiendo económicamente de Estados Unidos”. Rayran considera que los grandes perdedores del conflicto han sido los europeos, quienes han visto sus economías golpeadas en movimientos que vienen de años atrás y los altos costos energéticos tras la ruptura del gasoducto Nord Stream que transportaba el gas licuado desde Rusia hasta Alemania. Dos explosiones ocurridas en 2022, obligaron a Europa a comprar el gas a EE. UU. por un valor cada vez más alto.
La sombra del acuerdo
“O haces un trato o estamos fuera”, dijo Trump, pero Zelenski asegura que no tiene suficientes garantías de seguridad. El episodio en la Casa Blanca deja un panorama incierto. Europa enfrenta el dilema de reforzar su apoyo a Ucrania sin contar con el respaldo de EE. UU. La tensión crece y una cosa es clara: la guerra en Ucrania ya no es solo un conflicto regional, sino una pieza clave en la reconfiguración del orden global.
