A través del testimonio de Fabio Valdés, un amigo cercano del expresidente Sebastián Piñera, quien murió en un accidente mientras pilotaba su helicóptero el pasado martes, acompañado de su hermana Magdalena Piñera y dos personas más, se pudo conocer los últimos momentos del exmandatario chileno.
Aunque Valdés no iba dentro del helicóptero, de cuyo accidente los otros tres ocupantes lograron sobrevivir, por su cercanía a la familia, brindó información detallada del viaje del expresidente en el lago Ranco, en Chile, donde lamentablemente perdió la vida.
“Al parecer, el parabrisas, por decirlo así del helicóptero, se le empañó totalmente y quedó ciego”, contó Valdés al medio chileno “La Mañana de Agricultura”.
Según el relato de Valdés, “a 100 metros de distancia de la casa de los Cox intentó volver a tierra, volver a la playa. Ahí, quizás, por una mala maniobra o una precipitación, no sé muy bien esa cosa, producto de las circunstancias que estaba viviendo, casi ciego, el helicóptero cayó y cayó de costado. Cayó hacia el lado de él. Y el golpe tiene que haberlo recibido él”.
“Allí, Ignacio Guerrero, que iba con él, al otro lado del helicóptero, el lado que no está pegado al agua, abrió las puertas, salió él, salió su hijo, a duras penas salió la ‘Pichita’, hermana de Sebastián. Trataron de sacar a Sebastián, pero el helicóptero estaba semihundido y Sebastián semihundido, y no lo pudieron sacar”, relató Valdés.
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De acuerdo con el testimonio de Valdés, no era un vuelo de alto riesgo y las condiciones climáticas no eran extremas. “Es un viaje de siete minutos en helicóptero, muy corto. Estaba lloviznando, no es que había una lluvia terrible. Las nubes estaban altas, no había viento. Y según Cox, que también es piloto, no era imprudente hacer ese viaje de vuelta de siete minutos”.
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¿Por qué se empañó el parabrisas?
Sebastián Díaz, piloto e instructor de Piñera, quien habló con el medio chileno Radio Agricultura, describió que dentro de la nave “había bastante humedad, la visibilidad y el techo no eran las óptimas”.
Además, atribuyó que las ventanas comenzaran a empañarse porque “los pasajeros adentro estuvieron más rato de lo normal dentro del helicóptero, todo eso produjo más humedad y comenzó a empeñarse por dentro”, dijo Díaz.
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Díaz fue el instructor personal de Piñera mientras ocupaba la presidencia en Chile, por lo que no podía volar tan seguido, lo que, según el instructor, no era ideal para los pilotos privados. “No tenía mucho tiempo para volar, mantenerse en vuelo, y eso es una condición que no es aconsejable para los pilotos privados”, dijo el piloto.
Por lo que el instructor se encargaba de que el exmandatario se entrenara constantemente para mantener sus habilidades de pilotaje. Finalmente, Díaz dijo a ese medio que el expresidente “se sentía seguro con su helicóptero, lo conocía bien”.
