viernes
8 y 2
8 y 2
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este domingo que decretó una intervención federal en Brasilia para detener la invasión de los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro a las sedes del Congreso, el Palacio Presidencial y la Corte Suprema del país.
Lula nombró como interventor a Ricardo Capelli, secretario general del Ministerio de Justicia, quien será el responsable de toda la seguridad en la capital hasta el próximo 31 de enero y estará subordinado directamente al presidente.
Con la intervención, los órganos de Policía de la capital pasan a estar controlados por el interventor, que a su vez solo responde ante Lula.
El interventor tendrá poderes para requerir fondos y bienes a disposición del Gobierno regional del Distrito Federal de Brasilia para desempeñar sus funciones, según un decreto leído por Lula.
El mandatario calificó de “barbarie” los graves altercados vividos este 8 de enero en la capital brasileña por parte de radicales de la extrema derecha que exigen una “intervención” militar que devuelva al poder a Bolsonaro, quien se encuentra en Estados Unidos.
“Todas las personas que han hecho esto serán castigadas”, comentó Lula en una intervención extraordinaria tras los hechos de violencia.
Agregó que los radicales han sido “estimulados” por el expresidente y que “pagarán con la fuerza de la ley” por los disturbios provocados.
“Vamos a descubrir a los financiadores” de esas protestas violentas y de cuño golpista, que “destruyeron todo lo que encontraron a su paso”, indicó Lula, quien denunció fallas de seguridad por parte del Gobierno del Distrito Federal de Brasilia.
“La democracia garantiza el derecho de la libertad de expresión”, pero “exige que las personas respeten las instituciones”, manifestó el mandatario, quien juró como jefe de Estado de Brasil el pasado 1 de enero.
Lula se encontraba este domingo en Araraquara, en el interior de São Paulo, para conocer los daños provocados por las fuertes lluvias de los últimos días en la región.