En lo que va del año, 2.010 migrantes han muerto en aguas del Mediterráneo, un incremento de 403 vidas perdidas respecto al mismo periodo en 2014, que registraba 1.607. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la gran mayoría de los que perecieron se registró, tal como en años anteriores, en la ruta central (desde Libia a Italia por el Canal de Sicilia).
Según el mismo ente, en todo el 2014 un total de 3.279 migrantes perdieron sus vidas en el Mar Mediterráneo, aunque el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), estima que la cifra asciende a 3.419.
En cualquier caso, es la ruta central la que conlleva mayor peligro para los migrantes. Solo este año, frente a 97.000 personas que la intentaron cruzar, 1.931 han perdido la vida, según los datos publicados ayer por la OIM. Por el paso oriental del Mediterráneo, con un tránsito de alrededor de 90.500, se registraron en comparación 60 muertes.
“Es inaceptable que en pleno siglo XXI, personas que huyen de conflictos, persecución, miseria y degradación de sus tierras, tengan que enfrentar experiencias tan terribles en sus países, sin mencionar en su camino al norte, y luego morir en las puertas de Europa”, dijo el director general de la OIM, William Lacy Swing.
No obstante estas palabras, Swing es consciente de los “extraordinarios esfuerzos de los efectivos desplegados en el Mediterráneo, que continúan salvando la vida de los migrantes diariamente”. La organización estima que 188.000 personas fueron rescatadas por cuenta de este aumento en las operaciones.