Tres días estuvieron pensando, rayando, tirándose en el suelo a escribir ideas, conversando, diciendo, borrando y así sucesivamente hasta lograr el manifiesto Todos podemos cambiar el mundo.
Cuarenta niños de la Universidad de los Niños —proyecto de Eafit— que viven en el Valle del Aburrá, entre los 8 y los 12 años, pensaron cuál era la Medellín que habitaban, la diagnosticaron y luego dijeron qué les gustaba de ella y qué no. También aprendieron sobre el Foro Mundial, porque su manifiesto, el que hicieron en esos tres días de campamento en Santa Elena, se leerá por estos días.
"Una de las intenciones del Foro es la inclusión social y quieren integrar voces de jóvenes, mujeres y niños. Estos 20 pequeños representan a la ciudad", explica Carolina Giraldo, coordinadora de talleristas de la Universidad de los Niños.
Durante el taller hicieron un libro, videos, canciones y después, dice Isabela Betancur, 12 años, "como el manifiesto es escrito, reunimos toda esa información en diez páginas y ahí está todo lo que pensamos".
El manifiesto incluye los problemas que los niños ven en la ciudad y las soluciones. La propuesta, precisamente, era que fueran tangibles y, precisa Carolina, como se estaban hablando a ellos mismos, a sus profesores y a los que gobiernan la ciudad, son realizables.
Un ejemplo, expresa Isabela, es que para ayudarle al aire y al ambiente, podrían montar en bicicleta a diario, los papás compartir el carro y el gobierno construir ciclorrutas.
"En parte lo que más me gustó —sigue la niña— es que los adultos podrán tomar un poco más de conciencia y escuchar a los niños. Lo importante es saber que la ciudad podría mejorarse, no para ser perfecta, pero sí buena para nosotros". El manifiesto se leerá hoy a las 10:15 a.m., en el 38-125, de Eafit.
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