El año que termina se lleva con sus días una serie de hechos bizarros que, por su inverosimilitud, solo pueden creerse una vez se leen en los periódicos o se ven sus imágenes en televisión.
Desde la idea del Programa Mundial de Alimentos de la ONU que envió mensajes de texto a refugiados iraquíes en Siria para que intercambiaran esos "recibos virtuales" por comida, hasta el golpe en la cara al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, el 2009 tuvo cada semana un hecho que pareció increíble.
Twitter y Facebook hicieron que la inmediatez se llevara a los extremos de que un estadounidense detuviera su matrimonio para actualizar su cuenta en una de las redes sociales y escribir: "¡Estoy en el altar con Tracy Page, que hace apenas un segundo se ha convertido en mi esposa! Tengo que irme, es el momento de besar a la novia".
La temida enfermedad H1N1 generó además varias historias raras. Para detener su expansión, en Egipto miles de cerdos fueron sacrificados a pesar de que Estados Unidos aclaró que eso era un "verdadero error". En Japón, se dejó de dar la mano y en Italia, un inventor creó un dispensador electrónico de agua bendita.
En Asia, fuente siempre de historias extrañas, el año 2009 no fue la excepción. En India se dio una pelea en el aire entre pilotos y tripulación y también en el aire, pero en Estados Unidos, dos pilotos se pasaron de su destino en 250 kilómetros y dijeron que perdieron la orientación cuando usaban sus computadores portátiles en la cabina.
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