La seguridad es un asunto de todos, sin diferenciación de género alguno.
Es decir, entre todos construimos un ambiente más sano y amable para los demás.
Esto incluye la atención a medidas simples, como acompañar a nuestros amigos a tomar un taxi o asegurarnos de que alguien que sale tarde de una fiesta llega a casa en buenas condiciones.
Por eso no entendemos la propuesta que contempla la Secretaría de las Mujeres, de crear una línea de taxis de color rosa para el transporte de mujeres, y conducidos por mujeres.
Si bien todo permanece dentro del universo de los planes y atiende el resultado de una encuesta, no entendemos la seguridad de la medida.
Al ver un taxi rosa, cualquier delincuente podría señalarlo y deducir: allí van dos mujeres solas... Puede que la idea haya funcionado en otros países, pero son realidades distintas, de muchos colores.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4
