A Silvia Tcherassi le quedó una lección aprendida de la primera colección que diseñó para el Exito, en diciembre pasado: "Fue increíble. Volví a darme cuenta de la fuerza y el poder de lo básico, si se tienen en el ropero piezas intercambiables. Es una necesidad. Y reafirmé también que el estilo no tiene presupuesto".
Con esa claridad propia de quien sabe lo que hace y lo disfruta como una pasión que es razón de vida, Silvia habló sobre la segunda etapa de este proyecto, que estará colgado mañana en las perchas de 17 almacenes Exito del país.
Y del que Jean Jacques Thiriez, director de textiles de almacenes Exito, hizo un balance tan colorido como las prendas de ST para Arkitect.
"Con la primera colección tuvimos una excelente evacuación de producto: más de 1.500 millones de pesos en ventas. Por eso nos animamos a continuar con este proyecto de colaboración y ya hay una tercera en fase de creación (para diciembre). La idea siempre es sorprender".
Y ese es un verbo que a Silvia le encanta conjugar... ¡Y en tiempo presente!
Sorprender, sorprender...
No de otra manera se entiende ese gusto por intervenir las telas, por mostrarles a las mujeres las innumerables posibilidades de una prenda, las ganas de inventarse complementos como un fit (pequeña prenda para ajustar en cintura y hombros), un wrap (prenda a manera de bufanda, ideal para envolver el cuerpo) o un cardichal (mezcla de cárdigan y chal).
O ese estilo único de nombrar los colores, que la llevó a decidirse por la cocina y diseñar en pimentón, uva, aceituna, mangostino y avellana.
Sobre ese emocionante viaje por los colores, Silvia comentó desde su atelier en Miami: "Hice lo que más me gusta, jugar con los colores. Y para esta colección desarrollamos nuestros propios colores, es una maravilla. Y lo hicimos en diferentes tejidos: jersey, tejido de punto, seda, dril satinado, chifón de seda y lino".
Y reafirma que para este trabajo, el protagonista fue el morado, como antes el verde citrón, con el que logra una fuerza y vitalidad, al sugerir mezclas con rojo, verde limón y blanco.
"Los tonos que elegí muestran la fuerza que le pueden dar a una vestimenta. Lo mismo ocurre con los complementos. Uno de los que más me gusta es el cinturón de doble faz, el que es posible atar de una forma y dejar asomar el otro color como una sorpresa en el atuendo completo".
Otros de sus favoritos en la lista Arkitect son el vestido años 50 y el trench (abrigo) o chaqueta safari, que se ven renovados con los broches en forma de flor, que a la diseñadora se le antoja como vistosos bombones.
Trabajo para todos
Thiriez definió con tono empresarial y decididamente optimista el significado de esta colección. "En momentos en que la industria vive un momento difícil y en los que es real que el consumidor está más medido para comprar vestuario, hacer este tipo de apuestas es dar un voto de confianza".
Con el actual panorama económico se ve más difícil hacer ventas, y le sumamos el tema complejo de exportaciones, hacia Ecuador y Venezuela. Oímos muchas historias de cierres de talleres y empresas, y por eso, insistió Thiriez, es muy positivo hablar de empleos adicionales y propuestas al consumidor.
Al preguntarle a la diseñadora sobre cómo ve la expresión de su trabajo en manos de operarios de 17 talleres, precisó que se sintió feliz con su nivel de calidad.
"La moda es un arte democrático y aquí lo expresamos. Un arte cotidiano con el que se puede vivir, se debe disfrutar y ellos lo entendieron así".
Pico y Placa Medellín
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