¿Qué fue primero, el huevo o...?Por
Francisco Javier Saldarriaga
Los humanos tenemos una forma muy peculiar para definir las prioridades y es que éstas dependen en un ciento por ciento del interés que se tenga en el momento de iniciar el análisis para su definición.
Algunos personajes han querido invertir el orden de los acontecimientos para usar, esta manera de mostrar los hechos, como argumento para atacar, o por lo menos enturbiar, la imagen que ante los colombianos tiene nuestro Presidente.
Ahora se quiere hacer ver que lo que viene ocurriendo con los efectos de la Ley de Justicia y Paz, en lo que concierne con el destape de los nexos de muchos miembros de nuestra sociedad con las organizaciones de las autodefensas, es un logro de quienes se opusieron a esa Ley o no la votaron en el Congreso. Vaya paradoja.
Se arguye que aquí se está atacando a quien denuncia y encubriendo a quien se aprovecha o aprovechó del accionar de los grupos armados ilegales que conformaron las Auc. Esto es muy posible que esté sucediendo, pero para aquellos que han acolitado y apoyado la mal llamada ala armada de la izquierda que se proclama defensora de los derechos humanos.
Nunca he podido entender que esos señores: secuestren civiles, extorsionen civiles, masacren civiles, ataquen poblaciones llenas de niños, ancianos, mujeres y gente de paz y a renglón seguido se quieran mostrar como los portaestandartes de la justicia social y de la igualdad. Durante el despeje del Caguán, tuvieron la oportunidad de mostrar cuáles son sus intenciones en el momento en el que lleguen al poder. En casi cuatro años mostraron un piloto de su filosofía de gobierno, que consiste en el incremento de la pobreza, el toque de queda permanente, el refugio de malhechores y secuestradores, lógicamente con las víctimas de sus fechorías. Ese sería el país que tendríamos si creyésemos en su lucha.
Lo que se está viviendo tiene, como consecuencia primera y gestora, la iniciativa del gobierno para que llegáramos a un acuerdo con los dirigentes de las autodefensas para dejar las armas. Se hizo una ley que los obliga a la verdad y la verdad está asomándose poco a poco. Es cierto, falta mucha verdad por descubrir, pero ahora ya tenemos mucho que no teníamos hace dos años. Después o simultáneamente, vendrán la justicia y la reparación.
Esa ley es el huevo o la gallina que lo puso, (no lo colocó) pero de todos modos es la causa primera de este destape que no nos asombra, ya que en nuestro interior estábamos esperando que sucediesen cosas de este tipo. Por fin alguien, y no fue otro que el gobierno, originó las condiciones para que se develasen esas verdades ocultas, pero supuestas por casi todos nosotros.
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