Idear y ejecutar un nuevo modelo pedagógico que ampliara las posibilidades de educación a todas las personas, sin importar diferencias sociales o de edad, fue el objetivo inicial para la fundación del Preuniversitario de Bello.
Gracias a esta iniciativa, hoy, dos décadas después, la institución continúa con su labor educativa, que busca ante todo la formación del individuo.
"Una de nuestras fortalezas es que le damos a las personas diferentes opciones para que acomoden los horarios y las materias de acuerdo con su ritmo de vida y sus obligaciones", asegura Darío Piedrahíta Zapata, fundador del Instituto.
Su historia
En los años 80, el expresidente Belisario Betancur promovió la educación a distancia y flexible, inicialmente enfocada en la educación superior, pero esta reglamentación abrió a la vez el panorama a otros niveles educativos como primaria y secundaria.
Esto permitió que Antonio Ríos y Darío Piedrahíta, actual director de la Corporación Educativa (Cedeco), participaran en la articulación de programas técnicos de carácter semipresencial en algunas regiones del departamento.
Lo anterior hizo posible que concibieran un nuevo modelo pedagógico, que le permitiera a la población adulta terminar sus estudios básicos y secundarios, de acuerdo con sus necesidades.
Como producto de dicho proyecto nació en 1988, en Bello, el Instituto Preuniversitario de Bello, Antonio J. Ríos (IPB).
Pero este no sería en última instancia el objetivo del IPB, pues gracias al apoyo y trabajo en equipo del licenciado Luis Eduardo Guzmán, un educador con alta trayectoria en el municipio de Bello, nació además la idea de preparar a los estudiantes para los exámenes de la universidad, que contribuía a no dejarlos en un punto del proceso educativo, sino con las ansias de continuar en la educación superior.
Las puertas abiertas
El Preuniversitario de Bello es una institución que siempre tiene las puertas abiertas para todas aquellas personas que deseen terminar sus estudios secundarios.
"A nosotros no nos gusta conocer el pasado académico y disciplinario de los jóvenes que vienen, solo nos interesa saber que tienen la disposición, pues en nuestra institución encontrarán una oportunidad para estudiar y cambiar sus vidas", asegura Maribel Aguirre Ramírez, rectora del Preuniversitario.
Lo anterior es muy importante, pues el respeto por la diferencia y la individualidad de sus estudiantes es uno de los principales factores formativos.
De igual forma, el acompañamiento constante y la articulación de los contenidos de las clases con lo que acontece en la cotidianidad de los alumnos, es una de las herramientas pedagógicas que emplea esta institución.
Formación integral
En tres años las personas pueden terminar sus estudios de bachillerato de forma completa, pues a pesar del tiempo, la intensidad de los trabajos, las materias y la calidad de los docentes buscan una preparación integral del estudiante.
Ya son 20 años de compromiso, en los que continúan con su objetivo de velar por la educación desde la diferencia, teniendo en cuenta los ritmos de aprendizaje de cada alumno, así como sus necesidades y gustos.
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