Al igual que el pelo, las uñas están compuestas por queratina, además de ser una carta de presentación ante la sociedad por tenerlas a la vista de los demás y de ser un símbolo de belleza y personalidad, son una parte fundamental en la protección del dedo.
Las uñas se componen fundamentalmente de cuatro estructuras: la matriz, el lecho, la placa y el pliegue ungueal próxima y la cutícula.
Unas uñas saludables están determinadas por varios factores: una dieta sana, buen estado de salud y los cuidados generales. Estas deben ser de color uniforme.
Vitaminas como la A, B, C y E, además de elementos como el zinc ayudan a fortalecer estimulando la formación de queratina.
Algunas enfermedades sistémicas pueden manifestarse con alteraciones así como enfermedades propias de las uñas. Esto tiene caracteres especiales que orientan a su diagnóstico.
Los cambios de coloración y crecimiento en la uñas pueden indicar varias enfermedades pulmonares, cardíacas, renales y hepáticas, así como diabetes y anemia.
Algunas anomalías y las causas subyacentes pueden ir desde uñas amarillas opacas, despulidas como en la psoriasis, uñas gruesas, frágiles o torcidas. Se observan en enfermedades como el liquen plano, psoriasis o infecciones causadas por hongos, cutículas rojas y doloridas en las paroniquias, pequeñas perforaciones se ven en la alopecia areata y en la psoriasis.
Dentro de los cuidados de nuestras uñas es básico la higiene diaria, el corte en forma adecuada, preferiblemente limarlas que cortarlas y evitar el corte de la cutícula.
No abuse del esmalte, especialmente el que tiene secado rápido. Por último es importante mantener la hidratación de estas, eso se consigue con productos especiales para este fin.
*Dermatólogo, Torre Médica Las Américas
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