Ayer fueron trasladados a Arauca los cuerpos sin vida de los siete uniformados que murieron cuando guerrilleros del frente 10 de las Farc emboscaron el vehículo en el que iban, en el municipio de Puerto Rondón.
Los familiares de las víctimas repudiaron el hecho y pidieron mayor seguridad para los militares que trabajan en zonas de alto riesgo, además, insistieron en la necesidad de paz, porque para ellos es injusto que atenten contra personas que simplemente realizan sus labores.
Ayer en la noche, los cadáveres de los cuatro policías, dos soldados y un sargento del Ejército serían devueltos a sus familiares.
La muerte de los uniformados se dio cuando explotó un artefacto en el sitio Corocito, a un kilómetro de Puerto Rondón, en la vía a Tame, Arauca, luego de que los uniformados decomisaran gasolina que había ingresado al país ilegalmente proveniente de Venezuela.
"Los uniformados se movilizaban en un vehículo donde transportaban el combustible incautado, cuando al parecer les fue lanzada una granada, lo que hizo que las canecas de combustible se encendieran y posteriormente fueron masacrados con impactos de fusil", precisó un comunicado de la Policía de Arauca. Según las primeras versiones, los cuatro policías quedaron heridos tras la explosión, pero fueron ultimados por los subversivos con disparos de armas largas. Al parecer otros cuatro uniformados resultaron heridos.
Por este hecho, unidades de la Policía y del Ejército están tras los integrantes de las Farc, utilizando la vía aérea y terrestre.
Las víctimas fueron identificadas como el subintendente Héctor Fabio Lamus Cruz, los patrulleros Daniel Ignacio Mata Mora, Andrés Mauricio Dita y Jimmy Andrés Leyton Acevedo; el sargento segundo del Ejército Jimmy Rodríguez Espinosa y los soldados William Ascanio Meneses y Wilson Ruiz Valencia.
"Con este atroz crimen una vez más las Farc evidencian la violación de los derechos humanos y demuestran su grado de criminalidad", señaló el general Rafael Alberto Neira, comandante de la Brigada XVIII del Ejército.
Ayer en la tarde las autoridades de Arauca realizaban un consejo de seguridad para evaluar la situación, posterior a este ataque de las Farc.
En diciembre del 2008 nueve policías murieron en Fortul, Arauca, cuando la camioneta en la que se dirigían al cementerio del pueblo fue atacada por el Eln.
Entre tanto, tropas adscritas a la Brigada XIII detuvieron un plan de las Farc para atentar contra uniformados del Ejército, al desactivar una caleta con 30 minas antipersona.
Según el Ejército, los explosivos pertenecían a la cuadrilla "Arturo Ruiz" de las Farc, y fueron hallados durante misiones de registro y control militar de área, en el sector conocido como Vegas del El Catatumbo, municipio de El Tarra, en Norte de Santander.
De acuerdo con el reporte oficial, estos explosivos estaban fabricados en tubos de PVC y serían activados al paso de las tropas que cumplen su misión constitucional en esta zona del departamento.
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