Todavía el papel resiste para todo. Y el que lo dude, que mire el mercado de las agendas.
"Yo sé que el celular tiene calendario y también permite anotar las citas, pero para mí no hay nada como tener todo por escrito", opina Juliana Hoyos, dueña de su propia empresa de comunicaciones.
Además, lo que se escribe se recuerda con mayor facilidad, como dice el neurólogo Jaime Zapata. "Por eso a veces quienes hacen pasteles para los exámenes no los usan: recuerdan lo que anotaron allí.
Ella, para organizarse, se decidió por el recién llegado Moleskine, la marca de cuadernos que usaban Hemingway, Picasso y hasta Van Gogh.
"Los conocí porque un amigo los trajo de España y apenas vi que las podía comprar en Medellín lo hice de una", agrega. ¿Por qué? "Por puro estilo", afirma.
Porque ese es un asunto que también cuenta a la hora de tomar decisiones. Además, ahora que todo lo que se posee dice un poco de cómo se es, pues prestarle atención a la agenda tiene su cuento.
Además, dice el especialista en temas laborales, el sicólogo organizacional Sergio Estrada, tener claras las actividades por hacer ayuda a ser más productivo en el día a día.
"Si al momento de empezar el día sabemos para dónde vamos, es más sencillo lograr los objetivos propuestos", dice. Y eso se puede saber si se lleva un plan organizado de las actividades por desarrollar.
Desde el mar hasta la risa
Sin duda una de las más recordadas es la Agenda del Mar. Tiene dos claves a su favor: sus imágenes y que es nacional. Eso sin contar el mensaje ecológico que la acompaña.
Además, reseñan en su página web, recibieron el primer puesto en agendas, en el XVI Concurso Latinoamericano de Productos Gráficos Theobaldo de Nigris. Su costo: 39.000 pesos.
En la misma lista de las ambientalistas se encuentra la agenda del Museo de la Universidad de Antioquia, que este año tiene ilustraciones con los pájaros del campus de Ciudad Universitaria.
Las Moleskine son sencillas en su presentación, pero ideales en su manejo. Las hay desde 28.000 pesos, dependiendo del estilo. Un diario grande cuesta alrededor de 50.000.
Una que goza de bastante popularidad, entre las jovencitas especialmente, es la agenda Pascualina (42.000 pesos). Editada desde 1990, esta creación chilena incluye relatos, autoadhesivos e ilustraciones bastante coloridas que son un derroche para el ojo.
Claro que también hay arte. Las agendas Taschen, que tienen un valor de 46.000 pesos, son verdaderos catálogos de los más variados artistas.
Hay de impresionistas, como Van Gogh, hasta surrealistas, como Dalí. También hay de mapas o de arquitectura.
Y las hay temáticas, también, como las que edita Eku producciones, entre las que se encuentra la Agenda Quino, que incluye algunas caricaturas del genial Joaquín Salvador Lavado. Así que además de programarse tendrá un año para reírse con el, en ocasiones, cínico humor de este argentino.
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