Se llama Vibrasor y es un dispositivo electrónico que reconoce el pito de los carros, luego vibra y emite una señal luminosa como alerta. Sus creadores, Isamar Cartagena y Kateherine Fernández, de 17 y 20 años respectivamente, son estudiantes de la Institución educativa Juan N. Cadavid, de Itagüí.
Ambas son sordas y sus limitaciones no les impidieron obtener el cuarto puesto en la categoría de Ingeniería Eléctrica y Mecánica en uno de los encuentros científicos más grandes del mundo, la Feria Intel Isef, en la que participaron más de 1.500 estudiantes de secundaria de 65 países.
A través de la intérprete en lenguaje de señas, Mariluz Restrepo Aristizábal, en una entrevista telefónica desde Houston, E.U. Kateherine dijo que cumple su sueño "de ayudar a los sordos no solo de mi barrio o del colegio, sino del mundo. Todos tenemos esa misma necesidad".
El dispositivo capta ondas sonoras de los pitos de carros o motos, a través de un micrófono y la señal que se procesa se convierte en una alerta que vibra y en una señal que se enciende. Va en una manilla con un sensor, es discreto y práctico, y en un futuro esperan reducirle aún más el tamaño.
Para María del Rosario García, gerente de Educación y Responsabilidad Social de Intel, "desde el colegio se pueden plantear soluciones a temas complejos". La prueba, dice, es el primer lugar en la competencia que lo consiguió un estudiante que creó un carro de bajo costo, que funciona sin conductor.
Isamar habla de su experiencia de salir del país y conocer otros pares. "Llegar a esta ciudad tan grande y hermosa me hizo abrir mi mundo y espacio. Es muy conmovedor". Como lo es que su trabajo sea reconocido.
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