Después de un juicio mediático sin precedentes, cientos de historias de poder y lujuria, efectos políticos en Francia y Estados Unidos, el caso del exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss Khan (DSK) ha comenzado a desmoronarse por cuenta de las inconsistencias en las declaraciones de la camarera que lo puso sobre el asfalto y en la deshonra.
Strauss Khan quedó ayer en libertad sin fianza, aunque sigue vinculado a la investigación, pero todo supone que la camarera quedará más comprometida judicialmente que el propio pretendiente, pues la defensa del exfuncionario del FMI ha descubierto comprometedoras conversaciones de la presunta afectada, en las que se habla de extorsiones y negocios con personas al margen de la ley.
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