La timidez con la que la comunidad internacional sigue observando el desarrollo de la guerra civil en Siria es proporcional a los abusos y violaciones que el régimen de Bashar Al Assad comete contra los civiles y rebeldes.
La preocupación de Estados Unidos por la posibilidad de que el dictador sirio llegara a usar armas químicas se hizo realidad, pero aún así nadie se atreve a intervenir decididamente para parar la guerra.
Y esa apatía de la comunidad internacional es la que incrementa la ferocidad con la que el régimen de Al Assad busca aplastar a los opositores.
La ONU, escenario natural para adoptar resoluciones que impidan el exterminio químico en Siria, parece más preocupada por la guerra electrónica que China y Norcorea adelantan contra Estados Unidos y Corea del Sur. Rusia, como hasta ahora, se hace el de la vista gorda. Increíble.
Pico y Placa Medellín
viernes
no
no