La conocida directora de la edición estadounidense de la revista Vogue , Anna Wintour, la misma en la que está basada la película El diablo viste de Prada , alborotó esta semana el mundillo de la moda italiana.
Tal parece que la señora Wintour, capaz de subir al curubito del éxito a cualquier diseñador talentoso (caso Marc Jacobs), con solo aparecer en sus páginas, ejerció una presión indebida sobre los diseñadores participantes en la Semana de la Moda de Milán.
Con unas cuantas llamadas, la poderosa Anna les pidió a creadores como Giorgio Armani, Donatella Versace y Dolce & Gabbana, que cambiaran las fechas de sus desfiles, o en caso contrario ella no podía asistir.
Muchos cedieron a su capricho y otros, como Miuccia Prada, se rebelaron y exigieron respeto a su trabajo y a su pasarela. Anna quiso reinar más allá de su imperio de revista.
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