Carina Carvajal no entendía por qué su mamá, Olga Cecilia Domínguez, trabajaba tanto con otras mujeres. Esa duda se resolvió cuando inició su vida laboral. Allí, escuchó las historias de vida de las mujeres y aprendió sobre teorías de género. De esta manera, comprendió lo que sucedía. Su mamá pertenecía a la Asociación de Mujeres de Briceño, Asomubri, un colectivo que busca eliminar las violencias contra las mujeres en el municipio. Hoy Carina es la representante legal, y junto a 20 mujeres, persigue el mismo objetivo.
“Cuando nos juntamos, somos capaces de fortalecer los procesos y nos apoyamos unas a otras”, afirma Carina. La Asociación, que empezó en 1996 con solo cinco mujeres (incluida su madre), ha formado y capacitado a cientos de ellas en Briceño, dándoles autonomía económica.
Asomubri inició con acuerdos municipales para encargarse del aseo y los hogares comunitarios. Luego, operaron una panadería que les generó un empleo, y así crecieron de manera personal y asociativa.
Sin embargo, en 2020 debido a la pandemia y al desplazamiento suspendieron sus actividades, pero ahí no podían parar. Continuaron con la búsqueda y hoy desarrollan el servicio de catering y alimentación para financiarse.
Su próximo paso es establecer un local propio en Briceño que funcione como mercado para todos los productos de sus asociadas; miel, chocolate, pollos, gallinas, mermeladas y demás.
Asimismo, su labor se extiende a proyectos sociales, como capacitaciones e intercambio de saberes, por medios de los que llevan educación a sus hijos e hijas. También se encargan de promover el acceso a la educación superior, derechos y mecanismos legales. De esta manera, cada vez más mujeres se unen para acompañarse.
Su experiencia de 29 años también les ha dado un gran reconocimiento. Para Carina, uno de los logros más significativos y recientes es que una de las asociadas llegara al Concejo Municipal. Adicionalmente, participan constantemente en diálogos para la construcción de planes de gobierno.
La Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia las ha acompañado con formación para cualificar su labor. Además de visibilizar el servicio de alimentación que brindan en diferentes eventos.
La principal motivación de Carina no fue solo entender a su mamá, sino construir un espacio en el que la voz de las mujeres sea escuchada en la esfera social, política y de decisión. Para ella, la mujer es un pilar: “cuando una mujer avanza, avanzamos todas”, y con ellas, la misma comunidad.
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