Usain Bolt miró a su derecha una, dos, tres veces. Como era de esperarse, no había nadie a su lado.
Así emprendió el jamaiquino su última carrera individual en los Juegos Olímpicos, con un paseo bajo el sol en su eliminatoria de los 200 metros que ganó sin ningún apuro. Cronometró 20.28 segundos, un tiempo que en realidad significa poco. Lo más importante fue que cruzó la meta sin molestias, y después de mirar tres veces, de reojo, para asegurarse que el nigeriano Ejowvokoghene Oduduru no lo fuese a rebasar.
“Yo sé cómo correr los 200 metros”, dijo Bolt por si quedaban dudas. “Mañana (hoy) me presentaré mucho mejor. Tengo que correr rápido y a eso apunto”.
Bolt correrá en las semifinales el miércoles, y si todo sale como se supone, buscará su octava medalla olímpica de oro el jueves, cuando quizás el gran interrogante sea si puede bajar la casi intocable barrera de los 19 segundos. Es dueño del récord mundial en la distancia, de 19.19 segundos, y de la marca olímpica de 19.30.
Entre sus principales retadores están el estadounidense Justin Gatlin y el canadiense Andre De Grasse, segundo y tercero detrás de Bolt en la final de los 100, además del estadounidense LaShawn Merritt. Todos ganaron sus eliminatorias en un día soleado en Río de Janeiro .