Un Desembarco del Rey hecho cenizas fue el comienzo del final de 69 horas y media, 73 episodios y 8 temporadas de la serie más galardonada en la historia de la televisión. Los números que seguro aparecerán este lunes batirán récords de audiencia difíciles de romper pronto por otra serie.
Puede leer: ¿Y qué será de la TV sin Game of Thrones?
El final para muchos fue apresurado, críticos hispanos, por ejemplo manifestaban sobre toda la última temporada de solo 6 episodios (las 5 primeras tuvieron 10) que “GoT parece quiere alcanzar su meta sin importar cómo, con tal de que sea rápido”, escribía Fiorella Sargenti en Infobae, Argentina. “Ya no hay enredo, solo tinieblas y poesía. Disfrutaremos del final, sea el que sea pero echaremos de menos el intríngulis, que se dice igual en alto valirio”, anotaba Patricia Gosálvez en El País de España.
Y este último episodio, dejó también emociones encontradas.
Alerta Spoiler, si no vio el capítulo final es mejor que suspenda esta lectura.
El episodio, llamado El Trono de Hierro, lleno de escenas fotográficas de alta calidad comenzó con una Daenerys saliendo a hablarle a sus soldados con las alas de Drogon a sus espaldas (una de las imágenes más bellas de esta temporada). Ella se dirige a sus soldados, con la fortaleza de verse y sentirse ganadora. Tyrion, por su parte recorre los pasillos y bóvedas de Desembarco para encontrar a sus hermanos muertos y al regresar a su reina renuncia a ser mano del Rey.
Jon aún defiende a su reina, como poseído por amor hacia ella pero en la conversación que tiene con Tyrion, (de esas que se extrañaban en esta octava temporada) y en la que la mano del Rey confesó que amó a Daenerys, soltaron varias frases decisivas: “El amor es más poderoso que la razón, todos lo sabemos”, dijo el menor de los Lannister. “El amor es la muerte del deber”, le respondió Jon, recordando las palabras del maestre Aemon en Castillo Negro.
Después de esta conversación una escena que hizo que Emilia Clarke (Daenerys Targaryen) cuando leyó el libreto saliera a caminar cerca de 5 horas y regresara a su casa con ampollas en los pies, su muerte a manos del hombre que más amaba. Jon mató a Daenerys y de forma épica Drogon quemó el trono y se llevó a su “madre”, sin un destino preciso. ¿Por qué no mató a Jon? Explican los lectores de los libros que hace parte de la lógica de George R.R. Martin con relación a los dragones y su mística.
Con Jon y Tyrion encarcelados por sus “delitos” se realiza un consejo de “lores y ladys” que decidió que Bran sería el nuevo rey. También debían decidir sobre Jon, Yara Greyjoy lo quería muerto, al igual que los inmaculados. Finalmente la decisión del nuevo rey y del consejo fue delegar a Jon a la Guardia de la noche, no podría engendrar hijos ni casarse ni regresar.
De ahí en adelante el episodio fue dándole un final a cada personaje: Bran como rey de los Seis Reinos (Sansa y el norte siguieron como reino independiente), Tyrion como la mano del rey, los inmaculados embarcaron a la isla de Naath con Gusano Gris a la cabeza, Samwell convertido en archimaestre, Brienne llenando en el libro de historia lo correspondiente a Jaime (el mismo del que Joffrey se había burlado en temporadas pasadas porque era una página casi vacía), Arya como aventurera, yendo hacia donde los mapas terminan (nada de nada con Gendry) y Sansa como Reina del Norte.
Al final la manada sobrevivió, la historia de los Stark fue la que cerró el último episodio (Jon saludó a Ghost, para complacencia del fandom), de Drogon nada se supo, solo que se fue con el cuerpo de Dany. El episodio terminó como empezó la serie, con la reja de Castillo Negro abriéndose y un grupo de personas caminando hacía más allá del frío norte, solo que esta vez no había caminantes blancos esperando.
Se rompió la rueda, se acabó GoT. ¿Se cumplió la maldición de los finales de serie que decaen y no le hacen justicia a las pasadas temporadas? A usted ¿qué le pareció?
