Tiene paneles para recargarlo con energía del sol. También puede ser conectado a la corriente eléctrica cuando el astro rey no está presente. Y, además, es posible hacerlo funcionar mediante sistema de pedaleo asistido.
Más ecológico imposible.
Esta idea se le ocurrió a la cooperativa española Evovelo, que están desarrollando un vehículo solar que busca mitigar los impactos ambientales de la movilidad, “con todos estos problemas que tenemos en las grandes ciudades por contaminación (...), el costo que supone desplazarte aunque solo sean 500 metros con tu coche para cosas muy concretas, desplazamos una máquina muy grande, que pesa, que contamina, y solo para usarla 10 minutos”, dice desde Málaga la directora de Evovelo, Carmen Blanco, a EL COLOMBIANO.
Con estos problemas en mente, Gonzalo Chomón, director de investigación y desarrollo de la firma, se dio a la tarea de desarrollar una propuesta sostenible y a la medida de las necesidades del usuario. “Era el momento apropiado porque todo el mundo tiene mucho interés en buscar fórmulas de movernos de forma alternativa”.
Con su curiosa forma de cuña y tres ruedas, el Mö, que es como se llama este vehículo, es sostenible desde su producción porque está construido con base en madera tratada.
Aunque los directivos de la marca reconocen que no es una idea nueva, destacan que en su segmento de vehículos solares en operación comercial es el primero que se ofrece cerrado por completo, lo más cerca posible a un automóvil convencional.
En Estados Unidos, por ejemplo, el modelo Elf, producido por la firma Organic Transit, cuenta con un diseño similar al Mö, la diferencia radica en que es un vehículo que no tiene puertas y solo es para un ocupante, en tanto el modelo ibérico puede recibir a dos personas y una pequeña carga.
Las placas solares integradas en el techo del carro les proporcionan a las baterías la energía suficiente para una autonomía de 50 kilómetros, que, afirma Carmen Blanco, es suficiente para las necesidades de una persona en su movilidad cotidiana. “Este es un vehículo pensado para la ciudad, para los pequeños desplazamientos que hacemos todos los días en el entorno urbano. No es un vehículo que va a salir a la carretera a recorrer grandes distancias”, apunta la directiva.
Cuando el modo de pedaleo eléctrico o asistido se incorpora a la forma de operación de este carro, su autonomía podría llegar a los 80 kilómetros.