Si hay algo que ha caracterizado a Rihanna en toda su carrera es su buen gusto al vestir, al punto que revistas especializadas como Vogue y GQ, por ejemplo, la catalogan como una artista que desde que comenzó a ser popular marcó las tendencias y allanó el camino para ser la reina de la moda en la música pop (equiparada por marcar tendencia con Lady Gaga, aunque esta última es más estrafalaria y teatral en su estilo).
Cabe recordar los atuendos de Rihanna que han dado de qué hablar como el gran diseño amarillo, de la modista china Guo Pei que usó en la Met Gala de 2015 con una cola de más de 16 metros de largo y una capa amarilla. Para muchos fue una exageración, para la cantante fue su manera de reinterpretar el tema de ese año: “China” y para los expertos en moda, un acierto.
En esta misma gala, en 2019, se vistió como Papa y un look con el sello de Maison Margiela de John Galliano. En 2021 llegó con su pareja, el rapero ASAP Rocky con traje negro de Balenciaga.
Y entre forjarse una imagen de estilo, buen gusto y sofisticación se volvió referente para diseñadores de moda y marcas que querían tenerla en su portafolio. “Hoy en día, Rihanna es dueña y CEO de Fenty Beauty, la cual incluye tres empresas minoristas: Fenty Beauty, Fenty Skin y Savage X Fenty”, detalla la revista GQ.
Su pinta en el Super Bowl
Rihanna se elevó en el escenario, para ser más precisos, en una de las plataformas que tuvo el espectáculo, vestida completamente de rojo. Vistió un overol deportivo firmado por Jonathan Anderson, director creativo de Loewe.
Debajo tenía un bustier de vinilo también de Loewe, esa prenda femenina cuya función es perfilar el cuerpo. “Se ha utilizado tradicionalmente como ropa interior, pero hoy también se usa como exterior. Es similar a un corsé pero más corto y flexible, y su objetivo es únicamente realzar el pecho, sin modelar la cintura”, explican desde la Fundeu.
Encima de todo más rojo. Rihanna usó dos abrigos diseñados por Pieter Mulier para Alaïa. El primero, de gran volumen como simulando una capa y el segundo, más pequeño, que lució con guantes largos, también en rojo.
Un look acolchado con gran volumen que por momentos ayudó a disimular su embarazo, más como expectativa que como deseo de ocultarlo, porque después al retirarse los abrigos su estado era evidente y ella misma presumió de ello.
Los tenis también eran rojos de la marca MM6 Maison Margiela x Salomon Cross Low y hacía juego con el rojo de sus labios y sus uñas.
En cuanto alas joyas también todo estuvo bien pensado. Rihanna lució accesorios de gran tamaño, en oro blanco y diamantes de la firma Messika Paris. Llevó aretas, reloj y prendedores en el overol.
Una pinta pensada, trabajada y que cumplió el objetivo, ser visible en un escenario muy iluminado y con bailarines en contraste, vestidos de blanco.
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