Las trapecistas iban por el aire y eran recibidas por sus compañeros con precisión y sincronía. Se vio mucha coordinación. Desde la parte técnica que montó la red y las plataformas de altura para ellos, a oscuras, entretanto el payaso y los músicos divertían al público con canciones colombianas.
Cada acto tuvo lo suyo, como los artistas de trampolín y caída que acomodaban las colchonetas, mientras que otros saltaban vestidos como grillos y rebotaban y unos más se sostenían en el muro de escalar y así, los 52 artistas que se presentaron en Medellín en OVO, el espectáculo del Circo del Sol, terminaron las 24 funciones programadas en la ciudad el pasado sábado. Aruna Batta, la contorsionista que hizo el papel de la araña blanca, la misma que solo se sostenía con la boca mientras llevaba su cuerpo a límites de estiramiento, se va con un buen recuerdo, “me encantó el público, fue increíble”.
En Medellín, OVO llegó a su show de arena (más grande y viajero) número 1.000. Se dio el pasado 14 de octubre y lo festejaron en redes sociales con una gran bandera de Colombia reflejada en su muro de escalar: “Celebramos la actuación número 1.000 de OVO desde que nació la versión de arena en abril de 2016. Desde entonces, el espectáculo ha visitado 19 países ¿Podrás mencionar alguno?”, escribieron en su cuenta de Facebook.
La demanda en la preventa provocó que se ampliara la gira del circo cinco días más (pasó de 11 a 16) y que hubiera días de hasta tres funciones. El aforo del coliseo era para 5.700 personas por función. De la ciudad siguen a Panamá, allá estarán de 12 al 17 de noviembre y con eso le darán fin a su gira latinoamericana por 2019. 102 personas (entre artistas, técnicos y personal de logística) estuvieron de gira todo el año en países como Brasil, Argentina, Uruguay y Chile.
Se fueron los grillos, las mariposas, las arañas y libélulas. En la memoria quedan las acrobacias, los atuendos, el show. Hasta la próxima, ya quizá con otra aventura .