No estemos aquí simplemente para sobrevivir, tenemos el deber de definir dónde ponemos nuestros horizontes: ¿Tenemos conciencia de qué tan especiales somos? ¿Qué pasaría si nos atrevemos a ser... si NO nos deshonramos a nosotros mismos por complacer a otros, si asumimos nuestra libertad como un acto consciente con un propósito, si recibimos con alegría la verdad y con emoción al mundo de las posibilidades?
Lo que sucede es que surgen personas como las que reconocemos cada año en EL COLOMBIANO EJEMPLAR, que son testimonio de la grandeza humana.