La inesperada derrota del rey del césped en Wimbledon, Roger Federer, 6-3, 6-7 (3-7), 4-6, 7-5 y 6-3 puso al montenegrino, nacionalizado canadiense Milos Raonic frente al reto más grande de su vida: su primera final de Grand Slam para medirse a otro grande del tenis: el escocés Andy Murray que, a su vez, no tuvo problemas para derrotar al checo Tomas Berdych 6-3, 6-3, 6-3 y alcanzar su undécima final, tercera en Londres.
Con tiros de hasta 225 kilómetros por hora, Raonic, semifinalista del Abierto de Australia de este año, logró su tercera victoria en 12 partidos contra Federer y terminó con el intento del suizo, número tres del mundo, de obtener un récord de 18 títulos de Grand Slam. Enfrentará mañana en la final a Murray, ganador del torneo en 2013 y ahora plantado como favorito.
“Mentalmente fue uno de los mejores partidos de mi carrera y creo que eso hizo la diferencia”, dijo Raonic, el primer tenista de su país en meterse en la final de un Grand Slam.
Serena-Kerber
Cuando Serena Williams y Angelique Kerber pongan sus pies en la pista central de Wimbledon, hoy -7:00 a.m. hora de Colombia- el legado de Steffi Graf cobrará gran importancia.
Williams intentará igualar un récord en la era Open de 22 títulos de Grand Slam en poder de Graf, mientras que Kerber tratará de convertirse en la primera alemana que levanta la corona desde que lo hizo Graf hace 20 años.
Si Kerber gana, no solo podrá decir que derrotó a las hermanas Williams en la semifinal y la final de un Grand Slam, sino que también puede dar una importante señal de cambio de guardia en el tenis femenino, pues sería la segunda vez este año que vence a Serena en una final de Grand Slam, después de Australia en enero.