x
language COL arrow_drop_down

Ultimate... ¡De Frontino!

Este municipio es debutante en Juegos Departamentales y sorprende con

el nivel en esta nueva tendencia deportiva. Medellín mantiene el dominio.

  • FOTO robinson sáenz
    FOTO robinson sáenz

El ultimate es el deporte más joven de los Juegos Departamentales pues, a duras penas, ajusta tres años de actividad en las justas pese a que en 2015 estuvo como exhibición en Urrao.

En Andes, el año pasado, La Ceja del Tambo, mostrando un gran nivel, le quitó el título a Medellín.

En el torneo de los Departamentales que se celebran en el Oriente antioqueño, apareció un tercero en discordia: Frontino. Sí Frontino, municipio del occidente y que se ha caracterizado por mostrar un buen fútbol de salón, ahora emprende trabajo en el deporte de los platillos.

“Se puede escuchar raro, pero gracias a unos gomosos, Frontino tiene ultimate y ya está en una final de Departamentales”, dice Sebastián Arango, entrenador del elenco que ya emerge entre los encopetados y de más experiencia.

Hace unos cinco años Sebastián y otros compañeros de la localidad lo estuvieron jugando en Medellín y cuando regresaron al pueblo, decidieron hacer un semillero.

“Venimos desde hace unos cuatro años formando a niños y niñas en este deporte y para 2018 tuvimos la fortuna de conformar un interesante grupo que es el reflejo del trabajo con el semillero”.

No obstante, en esta Final le tocó “bailar con las más feas”: nada menos que con el actual campeón, La Ceja y con el municipio más adelantado en esta disciplina, Medellín.

“Estos elencos me han impresionado, se ve el trabajo. Y hay otros municipios que, igual, vienen haciendo carrera. Tienen gran calidad y excelentes jugadores. Todo esto nos sirve para mejorar y aprender. Tenemos muchachos y muchachas que poco salen de Frontino y por eso este roce les cae muy bien”, manifiesta Arango.

Los frontineños aplican muy bien la premisa de que para jugar ultimate solo se requiere querer hacerlo. “Este deporte es de mucha actitud; por eso resaltamos el espíritu de juego que, en resumidas cuentas es tener respeto por los compañeros y por el rival, tanto dentro como fuera de la cancha. Por eso es un deporte que no necesita de árbitros”.

Jugar “freesby” en Frontino ya no es novedad allá. Lo que sí quieren es seguir progresando para que, algún día, se escriba de ellos las proezas con las que hoy sueñan.

Julio César Acosta Valencia

Comunicador social periodista UPB. Cubro deportes a motor

Te puede interesar

Las más leídas

Regístrate al newsletter