Por Wilson Díaz Sánchez
Cuando Déinner Quiñones exhibe todo su potencial en la cancha, el hincha del Medellín se deleita. Y si se junta con Andrés Ricaurte y explotan la técnica que guardan en sus piernas zurdas, la emoción es mayor.
En el duelo pasado ante Cúcuta, que estaba complicado para el Poderoso, surgió su talento y en compañía del “Matador” Germán Cano enrutaron al equipo a un categórico 3-0 que los mantiene vivos en su intento por clasificar a la siguiente fase de Liga Águila-2.
Déinner estaba en el banco y el técnico Aldo Bobadilla le pidió entrar en la etapa complementaria para desequilibrar un duelo que se tornaba cerrado. Y el nacido hace 24 años en Tumaco, cuna de grandes futbolistas como Willington Ortiz, Eladio Vásquez y Léider Preciado, le cumplió.
¿Por qué no es inicialista? ¿Qué hacer para que juegue todo el tiempo? Las preguntas del hincha rojo son recurrentes, pero tienen respuestas basadas en el desempeño de este semestre: talento le sobra, pero debe convencerse más del potencial que posee para ofrecer un juego más continuo durante los partidos; sentir y asumir más su rol, no conformarse.
Aquí, las cifras que soportan ese análisis: según soccerway.com ha jugado 714 minutos en 12 encuentros, de 16 que lleva el Medellín. En 6 de ellos comenzó de titular (sustituido 4 veces) y en los demás ingresó en algún momento del duelo. Ha marcado un gol.
Quiñones les dijo a los periodistas, tras el encuentro del jueves pasado, que él trabaja para actuar los 90 minutos, pero que es respetuoso con las decisiones del cuerpo técnico. “En el plantel, que es muy bueno, todos estamos capacitados para hacer bien el trabajo y respaldar al equipo”.
Este domingo, cuando el DIM visite a Jaguares de Córdoba en el estadio Jaraguay de Montería (6:00 p.m.), precisamente el club del que llegó procedente en 2018 (solo jugó un partido esa temporada con los rojos por una tentadora oferta de Santos Laguna, de México), el creativo tendrá otra oportunidad de brillar.
El futbolista de rizos largos y teñidos, de 1,72 metros de estatura y 70 kilos de peso, quien porta el número 20 en su camiseta, ya ha vestido los colores de la Selección Colombia en las categorías menores y su reto es llegar, algún día, al grupo mayor. Estuvo en el Sudamericano sub-20 de Uruguay de 2015 y en el Mundial de Nueva Zelanda del mismo año, en los cuales sumó 9 partidos (435 minutos).
El técnico en esas ocasiones fue Carlos “Piscis” Restrepo, quien resalta las condiciones de Déinner: “Tiene gran condición técnica, una zurda especial y su juego asociativo es muy bueno. Y, como persona, es un muchacho alegre que se relaciona bien con sus compañeros”. Todo lo necesario para triunfar en el DIM n