La fanaticada del Medellín celebra la quinta clasificación consecutiva a las finales de la Liga Águila y como dice el técnico Leonel Álvarez, ahora va por el sueño de la séptima estrella. “Siempre tenemos la presión y la obligación de disputar el título”.
El triunfo 3-2 sobre Chicó en el Atanasio Girardot, tras el polémico penalti que sancionó Cristian Villarraga y en el que seguramente no habrá consenso en relación a si el balón pegó en la mano de Andrés Correa, llega en un momento clave para el Poderoso.
Primero, porque baja la presión que cargaba el plantel por las tres fechas que acumulaba sin ganar en casa por este campeonato y, segundo, porque debe convertirse en un aliciente para alejar el mal ambiente que se ha generado por los rumores en torno a la continuidad de Leonel.
A propósito, un amplio sector de la afición respaldó con cánticos al estratega durante el encuentro del sábado. “A mí me arropan los resultados (su rendimiento actual es del 58 por ciento), estos se han conseguido por la calidad de equipo y los jugadores que tenemos”, sentenció el timonel en la rueda de prensa, a la que también asistieron el arquero David González y el capitán Christian Marrugo.
González manifestó que sumar estos tres puntos le generan una gran tranquilidad, pues no quería irse para la Selección Colombia pensando en 15 días que le esperaban a sus compañeros y el cuerpo técnico previo al duelo con Millonarios, con el que cerrarán la fase clasificatoria.
El Medellín, luego de salir campeón en el primer semestre, inició con dificultades la Liga-2. En las cinco fechas iniciales estuvo por fuera de los ochos (puestos 12, 15, 18, 13 y 9). Luego tomó un nuevo aire y desde la sexta jornada se afianzó entre los mejores, a pesar de las dificultades que tuvo por las lesiones en una nómina reducida.
Este hecho influyó para la eliminación en la Copa Suramericana, en la que avanzó hasta cuartos de final. Ahora tiene la oportunidad de reivindicarse y salvar el semestre y eso solo lo conseguirá con una buena campaña en Liga.