Sobresale por su estatura -1.68 m- y color -parece de una zona costera-. Pero Sandy Moreno Mosquera es medellinense de pura cepa, vive en el barrio Zamora y es delantera del equipo femenino Antonio Nariño, que ayer logró el primer cupo para la final.
En el campo es difícil ganarle un mano a mano. Va muy bien arriba y posee gran velocidad para superar a sus rivales.
Desde los siete años -tiene 13-, juega fútbol. Comenzó en su barrio y después pasó al Atlético Nacional, pero la falta de recursos económicos no le permitían ir a los entrenamientos, por lo que le tocó desistir de esa oportunidad.
Reconoce que no le gustaba este deporte, que intentó en fútbol de salón, pero su papá, Ignacio Moreno, quien también fue futbolista, la motivó para que jugara mejor balompié, porque según él, ella tenía talento y porte.
Ayer era una de las más felices con el triunfo 3-1 ante Urbanización San Simón Ibagué en la fase semifinal.
“Es un sueño casi hecho realidad. Nos falta poco. En el equipo todas hemos luchado por el título y nos encontramos preparadas para afrontar la final”, dice Moreno, convencida de que el paso dado ha sido importante, pero que todavía no han ganado nada.
Le tocó hablarles a su compañeras, porque pasaron de un tranquilo primer tiempo ganando fácil 3-0 y en el segundo se vieron complicadas.
“Yo les dije que no nos relajáramos. Que hiciéramos lo mismo del primer tiempo, que lo entregáramos todo, porque si no despertábamos, nos cobraban”, manifiesta quien este año hará octavo grado en el colegio Federico Sierra Arango.
Ella se declara una jugadora de tiempo completo para el fútbol, porque solo quiere estar en una cancha. Espera llegar al profesionalismo en este deporte y estudiar la carrera de Medicina, pues su otra meta “es ser doctora”.
Brindar alegrías con sus condiciones físicas y ayudarle a la gente, la contagian.
Sandy se define como muy rápida, de buen enganche y potente en los mano a mano, gracias a su estatura y porte. Esas características espera sacarlas a flote en la final.
“Cualquiera de los rivales que enfrentemos, ya sea el Inder Medellín o las niñas del municipio Girón Santander, va a ser duro. Pero si nosotras ponemos las condiciones, tocamos bien el balón, hacemos las diagonales y las tareas que nos pone el técnico, podemos ser campeonas y hacer realidad nuestro sueño” .