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Conozca a las cuatro selecciones que rompieron la maldición y regresaron a un Mundial tras una larga ausencia

Desde los 28 años de ausencia de Escocia, Noruega y Austria, hasta la épica gesta de Haití, que regresa tras 54 años.

  • El noruego Erling Haaland llegará en un momento estelar al Mundial y se espera que sea una de las figuras. FOTO getty

    El noruego Erling Haaland llegará en un momento estelar al Mundial y se espera que sea una de las figuras.

    FOTO getty

  • El delantero Duckens Nazon es el jugador más desequilibrante de Haití en la actualidad. Pertenece al Esteghlal de Irán. FOTO seleccion haití
    El delantero Duckens Nazon es el jugador más desequilibrante de Haití en la actualidad. Pertenece al Esteghlal de Irán. FOTO seleccion haití
  • El volante escocés Scott McTominay es uno de los referentes del Nápoles de Italia y ahora de su selección. FOTO getty
    El volante escocés Scott McTominay es uno de los referentes del Nápoles de Italia y ahora de su selección. FOTO getty
  • David Alaba es el gran referente hoy en la selección de Austria de cara al Mundial. Juega en el Real Madrid. FOTO selección de austria
    David Alaba es el gran referente hoy en la selección de Austria de cara al Mundial. Juega en el Real Madrid. FOTO selección de austria
hace 1 hora
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El Mundial siempre ha sido el pináculo de la ambición deportiva, pero para algunas naciones, su presencia en el torneo se había convertido en un sueño distante, una anécdota histórica para las nuevas generaciones. En esta edición, el telón se levanta para recibir a cuatro orgullosas selecciones que han roto prolongadas sequías, regresando al fútbol de élite tras periodos de ausencia que van desde más de un cuarto de siglo hasta, en un caso conmovedor, más de medio siglo. Estas son las historias de Austria, Noruega, Escocia y, especialmente, Haití, cuya clasificación no solo es un triunfo deportivo, sino un grito de esperanza y orgullo nacional.

La última vez que Austria se presentó en el mapa mundialista fue en Francia 98, un recuerdo agridulce. El equipo dirigido por Herbert Prohaska compitió con dignidad en el Grupo B, pero le tocó ir siempre contracorriente, recibiendo el primer gol en sus tres partidos. La única chispa de esperanza la dieron los goles tardíos, dos en el descuento para rescatar empates ante Camerún y Chile, y otro insuficiente frente a Italia (derrota 2-1), que finalmente los dejó fuera de los octavos. Aquella generación tenía como capitán y referente a Toni Polster, máximo goleador histórico, quien reafirmó su condición de símbolo nacional al anotar el gol del empate ante Camerún, un tanto que llegó en el tiempo añadido.

El regreso de Austria se ha cimentado en la solidez y la gestión inteligente de su seleccionador, el alemán Ralf Rangnick. La campaña de clasificación fue notable, con victorias clave en Viena ante Rumanía y un triunfo vital a domicilio frente a Bosnia y Herzegovina. Llegaron a la jornada final con una sola derrota, pero la tensión fue máxima. En el encuentro decisivo en Viena, ante una Bosnia que buscaba aferrarse a la segunda plaza, Austria empezó por detrás en el marcador. Fue la aparición oportuna de Michael Gregoritsch en el tramo final la que garantizó el empate y, crucialmente, la clasificación directa, permitiéndoles esquivar el temido repechaje de la UEFA.

Si Polster fue el ícono de los 90, el equipo actual se sostiene en una columna vertebral de jugadores de élite que triunfan en las ligas más importantes de Europa. El indiscutible líder es el capitán David Alaba, cuya jerarquía, criterio táctico y calidad técnica lo han mantenido en la élite del fútbol europeo por más de una década. A su lado, el mediocampo tiene una fiabilidad envidiable con la energía de Konrad Laimer, la visión de Marcel Sabitzer y el talento emergente de Christoph Baumgartner.

En el ataque, el veterano Marko Arnautovic ha vivido una segunda juventud, marcando ocho goles en la clasificación y, de paso, superando a Polster como el máximo artillero histórico del país. Con una mezcla de experiencia y talento joven, Austria llega a la Copa del Mundo dispuesta a dejar una huella mucho más profunda que la de hace casi tres décadas.

La historia de Haití en los mundiales es la más épica y conmovedora de este cuarteto de regresos. Su única participación hasta ahora se remonta a 1974, tras ganar el Campeonato de la Concacaf. El sorteo no fue benévolo, enviándolos a un grupo de gigantes con Argentina, Polonia e Italia. Aunque sufrieron tres previsibles derrotas, los dos goles conseguidos ante Italia y Argentina dejaron un indeleble poso de orgullo en la nación caribeña.

El héroe indiscutible de 1974 fue Emmanuel Sanon. Autor de los dos únicos goles haitianos, su anotación frente a Italia es una de las más recordadas. Más allá de la belleza de la acción —una potente arrancada y una sangre fría total para sortear al legendario guardameta—, el gol tuvo un peso histórico: Sanon se convirtió en el primer jugador en más de dos años capaz de marcarle a Dino Zoff en un partido internacional. Su figura representa el ápice del fútbol haitiano.

El camino hacia esta clasificación de 2026 fue una gesta. Tras superar la segunda ronda, Haití se instaló en una tercera fase exigente con potencias regionales como Costa Rica y Honduras. Mostrando una resiliencia formidable, el equipo sumó cuatro puntos vitales ante los Ticos, para luego asegurar su pase con una victoria categórica de 2-0 frente a Nicaragua.

El nuevo estandarte y arquitecto de este sorprendente regreso es Duckens Nazon. Firmó seis goles en la fase de clasificación, incluido un triplete en la segunda parte frente a Costa Rica que valió un punto decisivo. Este trotamundos del fútbol se erigió en colíder de los goleadores de las eliminatorias de la Concacaf y se encuentra a un paso de superar el récord goleador de Sanon, un hito que simbolizaría el paso de la antorcha generacional tras 54 años de espera.

Para muchos, la última imagen de Noruega en un Mundial es la sorpresa de Francia 98. Tras dos empates contra Escocia y Marruecos, el equipo de Egil Olsen sabía que solo una victoria poco probable ante la todopoderosa Brasil campeona del mundo les daría el pase a octavos. Y el milagro ocurrió: una remontada espectacular con dos goles en los minutos finales para derrotar a Ronaldo y compañía. La carrera terminó en octavos, cayendo por la mínima diferencia ante Italia, pero la gesta quedó grabada.

Pocos equipos llegan am Mundial de Norteamérica 2026 con un historial tan impecable como el de Noruega en su clasificación. Liderada por una generación de oro, la selección no dejó escapar ni un solo punto, conquistando el Grupo I con una superioridad abrumadora. Su capacidad goleadora fue histórica, anotando 37 goles, siete de ellos en sus enfrentamientos contra la cuatro veces campeona Italia.

En 1998, a pesar de contar con Ole Gunnar Solskjaer, el elegido de Olsen para liderar el ataque y el juego directo fue Tore André Flo, el espigado delantero del Chelsea, quien anotó el primer tanto de la remontada contra Brasil. Hoy, la referencia de Noruega ha alcanzado proporciones globales. Aunque Martin Ødegaard ejerce como capitán y es uno de los centrocampistas más creativos del momento, él mismo reconocería que toda la atención recae en Erling Haaland. El delantero del Manchester City, que a sus 25 años se ha convertido ya en el máximo goleador histórico de Noruega, fue una fuerza de la naturaleza en la clasificación, marcando la asombrosa cifra de 16 goles en ocho encuentros. Haaland ha arrastrado a su selección de regreso al gran escenario mundial, prometiendo un impacto sísmico.

Escocia ha tenido una relación compleja con el Mundial, con ocho clasificaciones previas que siempre terminaron en la fase de grupos. Su última aparición en Francia 98 no fue diferente: terminaron últimos del Grupo A con un solo punto, tras caer por la mínima diferencia ante Brasil, empatar 1-1 con Noruega y ser sentenciados con un 0-3 frente a Marruecos.

La fase de clasificación para este Mundial estuvo marcada por actuaciones que, en general, fueron consideradas discretas por su afición. Sin embargo, el desenlace fue épico y dramático. En el último partido de la fase, Escocia protagonizó una victoria inolvidable sobre Dinamarca. Un aluvión de cuatro goles —tres de ellos de gran factura y dos anotados en el tiempo añadido— no solo les dio la victoria, sino que les permitió superar a los daneses en la tabla y terminar en lo más alto del grupo, un final que pocas veces se atrevieron a soñar.

En el equipo de Craig Brown de 1998, no hubo un jugador talismán. John Collins, un talentoso centrocampista zurdo que venía de ganar la liga francesa con el Mónaco, fue quizá el más cercano a un líder, anotando de penalti el primer gol escocés en aquel torneo, frente a Brasil.

El héroe de este regreso es, sin duda, Scott McTominay. Convertido en leyenda en Nápoles tras ser elegido el mejor jugador de la Serie A y levantar el Scudetto en 2025, el centrocampista es un ídolo para la afición. McTominay, que ya había sido el máximo goleador del equipo en la fase de clasificación para la Euro 2024 con siete tantos, demostró su potencia y capacidad en el momento más crucial. Abrió el marcador en el decisivo duelo contra Dinamarca con una impresionante chilena, un gol que encapsula la energía y la determinación que han devuelto a Escocia a la cumbre.

El telón del Mundial está listo para levantarse, no solo para coronar a nuevos campeones, sino para celebrar el final de estas largas y emotivas esperas. El regreso de Austria, Noruega, Escocia y Haití añade capas de historia, pasión y esperanza a lo que promete ser un torneo inolvidable.

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