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La selección de Malí comenzó su andadura en la Copa de África que se disputa en Camerún con una victoria este miércoles por 0-1 ante la de Túnez, en un encuentro en el que el colegiado, el zambiano Janny Sikazwe, pitó en dos ocasiones el final antes de cumplirse el tiempo reglamentario.
La primera, cuando todavía faltaban por disputarse cinco minutos para alcanzar los noventa preceptivos.
Una decisión que provocó las airadas protestas tanto de los jugadores como del banquillo tunecino, que lograron que el colegiado reanudase la contienda.
Pero, poco después, el colegiado volvió a pitar el final antes de tiempo. Paró el encuentro para revisar en las imágenes de vídeo la acción que costó a los 88 minutos la expulsión al delantero maliense El Bilal Toure y decidió que el partido se había acabado cuando aún faltaban 15 segundos para cumplirse los noventa.
Un capítulo que concluyó cuando, cuarenta minutos más tarde de la finalización del partido, los jugadores de Mali saltaron de nuevo al campo para disputar el tiempo que faltaba por disputar.
Por su parte, la selección de Túnez no regresó al terreno de juego y tampoco lo hizo el colegiado Janny Sikazwe, que fue reemplazado por el cuarto árbitro y fue el encargado de dar por concluido definitivamente el partido.
Lo ocurrido situó en un segundo plano al fútbol, en un partido en el que Malí venció con un gol de penalti a los 48 minutos del delantero Ibrahima Koné.
Un tanto que la selección tunecina tuvo la oportunidad de igualar a los 77 minutos con un lanzamiento de penalti de Wahbi Khazri que detuvo el portero maliense Ibrahim Mounkoro.