Que la diferencia más amplia entre un duelo de Colombia y Ecuador sea un 3-0 a través de su historia habla de partidos cerrados. Así lo creen varios exprotagonistas de estos partidos, que les mandan un mensaje a Pekerman y al grupo de jugadores: ser pacientes.
Para eso los aficionados también juegan un papel importante, porque ellos, desde la tribuna, no deben de llenar de ansiedad a los futbolistas y más en un duelo de esta categoría. El exdefensor de Colombia y actual técnico del Junior de Barranquilla, Alexis Mendoza, dice que siempre rivales como Ecuador y Venezuela le generaron problemas a Colombia.
“Cuando hay la obligación de ganar, eso a veces pesa en el subconsciente de los jugadores. Hay que tener claro que el juego comienza 0-0 y con ese marcador Colombia ya está logrando el primer objetivo de esta doble fecha eliminatoria que era mínimo sumar 4 puntos”.
Agrega Mendoza que a partir de ahí Colombia debe edificar el triunfo.
“El calor es para los dos y por eso es primordial ganar la posesión de la pelota, empezar a moverla de un lado a otro y dejar la ansiedad atrás”.
El exdefensor y comentarista Jorge Bermúdez asegura que Ecuador sabe que el de la necesidad es Colombia y con la temperatura de Barranquilla dejará que la Selección haga el gasto. “La afición debe entender que el gol puede llegar en el primer minuto o en el descuento, que Ecuador es una selección sólida, que trae aire en la camiseta al ser el líder invicto y no le va a facilitar espacios a Colombia”.
El Patrón indica además que hay que estar atentos con el contragolpe, porque los jugadores visitantes son rápidos en ataque.
Al exportero Óscar Córdoba le parece que la para de eliminatorias le cayó mejor a Colombia, porque recuperó jugadores que estaban lesionados y sumó a otros de gran nivel, mientras que Ecuador llega diezmado por las lesiones.
“El problema es que los jugadores que llegan a reemplazar a los ausentes tienen la motivación de ganarse un lugar y a veces terminan jugando mejor. Colombia lo que debe hacer es seguir fiel a su estilo y esperar que las individualidades sigan apareciendo como ocurrió ante Bolivia”