Edwuin Cetré, el delantero colombiano apodado “Kevin De Brownie” por su estilo de juego similar al astro belga, ha conquistado a la afición de Estudiantes de La Plata con su talento y carisma. Sin embargo, detrás de la sonrisa radiante y los pasos de rumba en Tik Tok se esconde una historia de vida marcada por la superación y la lucha contra las adversidades.
Cetré nació en el barrio Mariano Ramos de Cali, uno de los más peligrosos de la capital vallecaucana. Su infancia estuvo marcada por la violencia, la delincuencia y la constante amenaza de las armas. “Tuve espejos como mis tíos que jugaban al fútbol, pero eran de la banda del barrio y los mataron”, ha confesado el colombiano en sus entrevistas.
El fútbol se convirtió en el escape de Cetré a la dura realidad que lo rodeaba. A los 18 años tomó la difícil decisión de dejar su tierra natal y probar suerte en la segunda división de Uruguay. Allí, en Rocha, maduró como jugador y como persona, aprendiendo a lidiar con una filosofía de juego más física y exigente.
Tras un breve paso por el Santos Laguna en México, Cetré regresó a Colombia, donde su talento finalmente floreció. En Junior de Barranquilla y, especialmente, en Independiente Medellín, en el que se consolidó como uno de los mejores delanteros del país, destacando por su velocidad, habilidad para el regate y olfato goleador.
Estudiantes de La Plata apostó por Cetré, pagando 2.5 millones de dólares por el 50% de su pase. La adaptación del colombiano fue inmediata, y rápidamente se convirtió en una pieza fundamental del equipo ‘Pincha’. Con su talento y personalidad conquistó a la afición y se ganó el apodo de “Kevin De Brownie” por su estilo de juego similar al del astro belga.
A pesar de las dificultades que enfrentó en su infancia, nunca se rindió y luchó por alcanzar sus sueños. Hoy, a los 26 años, se encuentra en el mejor momento de su carrera, y acaba de levantar el Trofeo de Campeones contra Vélez Sarsfield tras ganar 4-3 en la tanda de penales después de igualar 1-1 en los 120 minutos que se jugaron.
Cetré no solo destaca por su talento futbolístico, sino también por su carisma y personalidad. Su sonrisa radiante, sus pasos de rumba en Tik Tok y su sana picardía lo han convertido en uno de los jugadores más queridos por la afición de Estudiantes.
Con su talento, dedicación y personalidad, tiene todo el potencial para seguir cosechando éxitos en el fútbol argentino e incluso llegar a la Selección Colombia.
Cada vez que tiene vacaciones, Cetré regresa a su barrio natal. Allí comparte tiempo con sus amigos de la infancia, visita a sus familiares y recorre las calles que lo vieron crecer. El futbolista asegura que su carrera en el fútbol lo salvó de tomar un “camino equivocado” en la vida, y por eso siempre busca retribuir a su comunidad.
Sus compañeros de equipo lo conocen como “Cetro”, y el apodo no solo hace referencia a su apellido, sino también a su liderazgo y su conexión con las personas de su barrio. Cetré nunca ha olvidado de dónde viene, y por eso suele hacerse cortes de cabello que identifican a la gente de Mariano Ramos, llevando trenzas, rulos o sus crespos naturales.
Es consciente de las dificultades que enfrentan muchas personas en su barrio y en gran parte del Valle del Cauca. Según un reporte de la FAO de 2023, el 44% de la población en esta región no consume alimentos suficientes. Ante esta situación, el futbolista decidió tomar acción y ayudar a los más necesitados entregando comida a niños, jóvenes y adultos de su barrio. Con una sonrisa en su rostro y palabras de aliento, el futbolista reparte esperanza y demuestra su compromiso con la comunidad que lo vio nacer.