Entre los convocados para el duelo frente a Millonarios apareció nuevamente un nombre que comienza a despertar ilusión en la afición verdolaga: Juan Manuel Rengifo, un joven número 10 que carga con la responsabilidad de ser el heredero de una posición histórica y forjada en la cantera del club. Tuvo la oportunidad de ingresar en la victoria 2-0 del Verde y dejó otra vez pinceladas de su talento.
La historia de Rengifo no es una más. En sus hombros pesa la necesidad de reivindicar a los volantes creativos surgidos de la cantera verde, un lugar en el que, durante los últimos años, las promesas no han alcanzado a consolidarse.
El “10” en el fútbol siempre ha sido un símbolo de distinción, el dorsal reservado para quienes marcan la diferencia, quienes tienen la visión y la técnica para cambiar un partido. Su peso es legendario: de Maradona a Pelé, de Platini a Lionel Messi. En Nacional, nombres como Néider Morantes y Edwin Cardona dejaron una huella importante, convirtiéndose en referencias de la posición y orgullo de la cantera, más allá de que Cardona ha tenido altibajos.
Sin embargo, la realidad más reciente no ha sido tan generosa. Jugadores como Juan Pablo “Tatay” Torres o Juan Pablo “El Indio” Ramírez, brillantes en las divisiones menores, no lograron trasladar esa categoría al equipo profesional y debieron continuar su camino en otros clubes. Lo mismo sucedió con Kevin Parra, quien a pesar de mostrar condiciones interesantes, aún no ha logrado consolidarse como la solución creativa que tanto se anhela.
La búsqueda del “10” ha sido, en Nacional, casi una obsesión. La escasez de talentos en esa posición obligó al club a recurrir a fichajes externos que, en muchos casos, marcaron épocas. Desde el peruano César Cueto, referente eterno, hasta figuras como Alexis García, Hugo Morales, Macnelly Torres, Aldo Leao Ramírez, Giovanni Moreno y, en tiempos recientes, Yeison Guzmán, la camiseta verdolaga siempre ha contado con intérpretes del arte creativo, aunque la mayoría llegaron de afuera y no todos triunfaron.
En ese contexto, lo que distingue a Juan Manuel Rengifo es su origen. Él no fue importado. Llegó a Atlético Nacional en 2018, con apenas 13 años, y desde entonces fue creciendo dentro de la estructura formativa del club. Su talento y disciplina le permitieron destacarse en cada categoría juvenil, al punto de convertirse en pieza clave para los equipos de la cantera. Además, vistió la camiseta de la Selección Antioquia en torneos nacionales organizados por Difútbol, donde ganó experiencia y liderazgo en escenarios de alta competencia.
Hoy, a sus 20 años, Rengifo tiene la oportunidad de escribir una historia diferente. No quiere ser otro nombre en la lista de promesas inconclusas; quiere representar esa estirpe de volantes creativos que alguna vez dio orgullo a la cantera verdolaga. Lo sabe y lo asume con madurez.
“Depende de mí. Debo mantener el esfuerzo que he hecho para ganarme un puesto. Desde que entré en la convocatoria este año, pensé que podía jugar y se me dio. Hemos luchado desde abajo y lo seguiremos haciendo”, expresó el joven número 10.
Atlético Nacional, un club que siempre se ha distinguido por su capacidad de producir talentos, necesita volver a creer en sus propios creativos. La camiseta número 10 sigue siendo un símbolo que genera respeto y expectativas, y Rengifo parece decidido a asumir ese desafío con la personalidad y la entrega que lo han caracterizado.
Quizá la historia apenas comienza, pero la ilusión es grande: la cantera verdolaga tiene un nuevo conductor, y su nombre es Juan Manuel Rengifo.
Otros “10” en la plantilla verde
En un momento en el que esta posición está desapareciendo, no solo en Colombia sino en el mundo, por las obligaciones que hoy tienen quienes juegan como creativos, en el actual plantel de Nacional no faltan los intérpretes del número 10. Además de Edwin Cardona y el juvenil Juan Manuel Rengifo, el argentino Juan Bauzá se suma a la nómina de creativos, mientras que Marlos Moreno, en distintos pasajes de su carrera, también ha sabido desempeñar ese rol.