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Inglaterra y Dinamarca disputarán la segunda semifinal de la Eurocopa 2020, tras superar a Ucrania y República Checa, respectivamente, en los cuartos de final.
El encuentro está programado para el miércoles 7 de julio, en el estadio londinense de Wembley, que albergará las dos semifinales y la final.
Inglaterra goleó a Ucrania 4-0, con un doblete de Harry Kane, y de nuevo terminó el compromiso sin encajar tanto alguno, siendo la única selección de la competencia que no ha visto caer su valla.
Kane con un doblete, encarriló el triunfo inglés en el estadio Olímpico de Roma y es el máximo artillero de su equipo con tres dianas. Los otros dos goles fueron obra de Harry Maguire y Jordan Henderson.
El equipo de los “Tres Leones” reforzó su candidatura y alimentó el sueño de un país de volver a conquistar un gran trofeo internacional tras la Copa del Mundo de 1966, la única de su palmarés. Sería la primera Eurocopa de la historia inglesa, tras la tercera plaza de la edición de 1968 y las semifinales de 1996.
Los hombres de Gareth Southgate añadieron a su impermeabilidad defensiva, con Jordan Pickford que sigue imbatido en cinco partidos, una actitud más ofensiva que les permitió blindar sin despeinarse su plaza en las semifinales, que jugarán como favoritos, en casa, ante la sorpresa Dinamarca.
Tras romper la maldición contra Alemania en los octavos de final, Inglaterra activó el piloto automático y triunfó con autoridad en el Olímpico, en el primer partido de su Eurocopa jugado lejos del fortín de Wembley.
Roman Yaremchuk, con un remate parado, y Zinchenko, cuyo disparo fue repelido por el muro inglés tras una buena jugada coral, tuvieron en sus botas los balones que pudieron cambiar la historia del encuentro, o al menos alargar la vida de Ucrania.
No lo lograron y el fútbol les pasó factura. A los dos minutos de la reanudación, en una acción a balón parado, Harry Maguire firmó con un autoritario cabezazo el 2-0 y dejó tocada a Ucrania. Dos minutos después, Sterling activó a Shaw con un pase de tacón por la banda izquierda para que éste colgara el centro que Kane envió al fondo de las mallas con otro testarazo.
El resto del partido fue un monólogo, con Southgate que revolucionaba al once para dar paso a jugadores menos habituales, entre ellos el talentoso Jude Bellingham, de 18 años, o Jordan Henderson, el capitán del Liverpool que necesitó apenas siete minutos para anotar, con otro cabezazo, el 4-0.
El espectáculo pasó del campo a las gradas, donde los ingleses presentes entonaron su célebre cántico “It’s coming home”, para alimentar su sueño de volver a poner las manos en un trofeo internacional tras 55 años de interminable espera.
El próximo paso será de nuevo en Wembley, ante Dinamarca, mientras que la hipotética final sería contra el ganador del España-Italia.