En el hogar de Estefanía Cartagena Restrepo los balones de fútbol se mezclan con tutús y mamelucos. Ella, su esposo Jorge Bulla y sus mascotas, Juana (pug) y Samantha (cocker), tienen todo listo para la llegada de Valentina, su bebé.
Desde agosto de 2024, la cotidianidad de la delantera del DIM, quien ha pasado por clubes como Junior y Atlético Nacional, y estuvo en el exterior en Alianza Lima de Perú y Cáceres de España, cambió. Y aunque fue algo que la tomó por sorpresa, desde entonces su esposo, su familia y sus compañeras de equipo la han acompañado en el hermoso camino de ser mamá.
Generalmente los deportistas de alto rendimiento que sufren lesiones están cobijados por el contrato laboral y los equipos tienen que proveer el salario y todos los aspectos legales de seguridad social que rezan en el documento. La licencia de maternidad opera igual, pues en los últimos años las jugadoras han logrado acuerdos para no quedar desamparadas durante ese periodo.
En ligas como las de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido la legislación es clara con los temas de remuneración y tiempo de licencia de maternidad. En Colombia, gracias a que desde 2017 el fútbol femenino tiene Liga Profesional, las jugadoras, además de tener contrato laboral, están cobijadas con la reglamentación laboral en la que se establece que tienen el beneficio de la licencia remunerada por el tiempo de la gestación y tres meses siguientes al nacimiento del bebé.
Por tal motivo, Estefanía agradece la lucha que por décadas han dado las futbolistas del país. Ella actualmente puede vivir su maternidad sin afugias, ya que al ser jugadora profesional cuenta con todas las garantías laborales que cualquier mujer embarazada tiene en el país.
Cuando Estefanía se enteró de su embarazo le comunicó al DIM su condición y de inmediato el club inició todos los trámites para acompañarla en su proceso. Además, sus compañeras y el cuerpo técnico recibieron con alegría la noticia, pues es la primera vez que una deportista activa del club vive su embarazo estando en competencia.
“Afortunadamente he tenido un embarazo tranquilo, sin complicaciones y por eso estuve hasta hace poco entrenando con normalidad con el grupo, haciendo trabajos de gimnasio. Creo que soy la primera futbolista activa en Colombia que está embarazada. Todo este proceso ha sido muy bonito, con mis compañeras y con el cuerpo técnico que me han respaldado desde el primer día. El club también me amplió el contrato y agradezco mucho todo ese apoyo”, comentó la atacante que ya dio a luz, pues su pequeña Valentina nació este sábado 15 de marzo en Medellín.
El respaldo del grupo ha sido total, por eso en la victoria como visitante 0-1 ante Orsomarso, las futbolistas exhibieron la camiseta número 20 de Estefanía, dedicándole el partido a ella y a su niña.
Así fue el proceso
“Desde que supe la noticia ha sido un proceso muy lindo, junto a mi esposo hemos vivido unos meses muy bonitos, de mucha alegría y me ha ido muy bien. En agosto estaba jugando un torneo de la Feria de Flores y tuve como dos semanas en las que no me sentía bien, pensaba que tenía gastritis y al no mejorar decidí hacerme una prueba de embarazo y salió positiva”.
Y aunque no era algo que estaba buscando, Estefanía dijo que la felicidad fue total, pues era un tema que había hablado con su esposo Jorge Bulla, con quien ajusta cinco años viviendo juntos, y año y medio de matrimonio.
Durante los primeros meses, Estefanía continuó con sus entrenamientos normales hasta la semana 36 de su embarazo, haciendo gimnasio junto a sus compañeras y algunos trabajos físicos en el campo de juego, lo que le permitió vivir su proceso junto a las jugadoras que también están ansiosas por conocer a Valentina.
Estefanía Cartagena, quien nació en Caldas, Antioquia, y tiene 28 años de edad, espera que luego de tener a su hija pueda recuperarse en el menor tiempo posible para volver a entrenar y competir, pues su ilusión es seguir su carrera. Aún tiene muchos sueños por alcanzar en el fútbol y en su vida (cursa el último año de Ingeniería de Alimentos en la Universidad de Antioquia).
Ella fue atleta y alcanzó a competir y representar a su colegio y a su municipio en eventos de esta disciplina, pero desde que cumplió 15 años empezó su proceso en el fútbol.
Ha sido goleadora de la Liga Antioqueña como deportista universitaria. Diego Bedoya la llevó a Atlético Nacional para debutar como profesional, y se fue para España. Al regresar al país, Carlos Paniagua la invitó a jugar con el DIM en 2022.
Estuvo un año en Junior y desde hace dos regresó al Equipo del Pueblo donde se ha destacado como goleadora junto a Estefanía González.
Embarazo en el alto rendimiento
Deportes como el fútbol, tenis, ciclismo, golf, baloncesto, voleibol y balonmano, que son profesionales y tienen ligas en el mundo, han legislado sobre la maternidad y la licencia que tienen las deportistas durante el periodo de gestación y luego del nacimiento.
Equipos femeninos del World Tour, la élite del ciclismo mundial, están obligados desde 2020 a pagar a sus miembros el 100% de su salario los tres primeros meses del permiso de maternidad, y el 50% en los cinco meses siguientes.
En el fútbol, los clubes afiliados a las 211 federaciones miembros de la FIFA deben ofrecer un permiso de maternidad “de al menos 14 semanas para las jugadoras, remunerado como mínimo con dos tercios del salario contractual”.
En el circuito de la LPGA que cobija a las golfistas profesionales del mundo, además de respetar durante un año su ranking y condición de competencia, cuenta en el desarrollo de los torneos con un sistema de guardería para que las deportistas puedan viajar con sus hijos y las niñeras mientras ellas compiten.
Así lo reveló María José Uribe, la exgolfista colombiana quien en su primer embarazo aún estaba activa y pudo optar por estos beneficios, lo que le permitió mantener su clasificación y asistir a los Juegos Olímpicos de Tokio.
Los 14 clubes de balonmano franceses de primera división firmaron en 2021 un convenio colectivo que prevé hasta un año de salario para las jugadoras en permiso de maternidad.
Los 24 equipos de baloncesto de las dos primeras divisiones nacionales francesas siguieron su ejemplo tres años después, en julio de 2024.
28
años tiene Estefanía Cartagena, delantera que extendió su contrato con el DIM para la temporada 2025.
En el hogar de Estefanía Cartagena Restrepo los balones de fútbol se mezclan con tutús y mamelucos. Ella, su esposo Jorge Bulla y sus mascotas, Juana (pug) y Samantha (cocker), tienen todo listo para la llegada de Valentina, su bebé.
Desde agosto de 2024, la cotidianidad de la delantera del DIM, quien ha pasado por clubes como Junior y Atlético Nacional, y estuvo en el exterior en Alianza Lima de Perú y Cáceres de España, cambió. Y aunque fue algo que la tomó por sorpresa, desde entonces su esposo, su familia y sus compañeras de equipo la han acompañado en el hermoso camino de ser mamá.
Generalmente los deportistas de alto rendimiento que sufren lesiones están cobijados por el contrato laboral y los equipos tienen que proveer el salario y todos los aspectos legales de seguridad social que rezan en el documento. La licencia de maternidad opera igual, pues en los últimos años las jugadoras han logrado acuerdos para no quedar desamparadas durante ese periodo.
En ligas como las de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido la legislación es clara con los temas de remuneración y tiempo de licencia de maternidad. En Colombia, gracias a que desde 2017 el fútbol femenino tiene Liga Profesional, las jugadoras, además de tener contrato laboral, están cobijadas con la reglamentación laboral en la que se establece que tienen el beneficio de la licencia remunerada por el tiempo de la gestación y tres meses siguientes al nacimiento del bebé.
Por tal motivo Estefanía agradece la lucha que por décadas han dado las futbolistas del país. Ella actualmente puede vivir su maternidad sin afugias, ya que al ser jugadora profesional cuenta con todas las garantías laborales que cualquier mujer embarazada tiene en el país.
Cuando Estefanía se enteró de su embarazo le comunicó al DIM su condición y de inmediato el club inició todos los trámites para acompañarla en su proceso. Además, sus compañeras y el cuerpo técnico recibieron con alegría la noticia, pues es la primera vez que una deportista activa del club vive su embarazo estando en competencia.
“Afortunadamente he tenido un embarazo tranquilo, sin complicaciones y por eso estuve hasta hace poco entrenando con normalidad con el grupo, haciendo trabajos de gimnasio. Creo que soy la primera futbolista activa en Colombia que está embarazada. Todo este proceso ha sido muy bonito, con mis compañeras y con el cuerpo técnico que me han respaldado desde el primer día. El club también me amplió el contrato y agradezco mucho todo ese apoyo”, comentó la atacante que ya dio a luz, pues su pequeña Valentina nació este sábado 15 de marzo en Medellín.
El respaldo del grupo ha sido total, por eso en la victoria como visitante 0-1 ante Orsomarso, las futbolistas exhibieron la camiseta número 20 de Estefanía, dedicándole el partido a ella y a su niña.
“Desde que supe la noticia ha sido un proceso muy lindo, junto a mi esposo hemos vivido unos meses muy bonitos, de mucha alegría y me ha ido muy bien. En agosto estaba jugando un torneo de la Feria de Flores y tuve como dos semanas en las que no me sentía bien, pensaba que tenía gastritis y al no mejorar decidí hacerme una prueba de embarazo y salió positiva”.
Y aunque no era algo que estaba buscando, Estefanía dijo que la felicidad fue total, pues era un tema que había hablado con su esposo Jorge Bulla, con quien ajusta cinco años viviendo juntos, y año y medio de matrimonio.
Durante los primeros meses, Estefanía continuó con sus entrenamientos normales hasta la semana 36 de su embarazo, haciendo gimnasio junto a sus compañeras y algunos trabajos físicos en el campo de juego, lo que le permitió vivir su proceso junto a las jugadoras que también están ansiosas por conocer a Valentina.
Estefanía Cartagena, quien nació en Caldas, Antioquia, y tiene 28 años de edad, espera que luego de tener a su hija pueda recuperarse en el menor tiempo posible para volver a entrenar y competir, pues su ilusión es seguir su carrera. Aún tiene muchos sueños por alcanzar en el fútbol y en su vida (cursa el último año de Ingeniería de Alimentos en la Universidad de Antioquia).
Ella fue atleta y alcanzó a competir y representar a su colegio y a su municipio en eventos de esta disciplina, pero desde que cumplió 15 años empezó su proceso en el fútbol.
Ha sido goleadora de la Liga Antioqueña como deportista universitaria. Diego Bedoya la llevó a Atlético Nacional para debutar como profesional, y se fue para España. Al regresar al país, Carlos Paniagua la invitó a jugar con el DIM en 2022.
Estuvo un año en Junior y desde hace dos regresó al Equipo del Pueblo donde se ha destacado como goleadora junto a Estefanía González.
Embarazo en el alto rendimiento
Deportes como el fútbol, tenis, ciclismo, golf, baloncesto, voleibol y balonmano, que son profesionales y tienen ligas en el mundo, han legislado sobre la maternidad y la licencia que tienen las deportistas durante el periodo de gestación y luego del nacimiento.
Equipos femeninos del World Tour, la élite del ciclismo mundial, están obligados desde 2020 a pagar a sus miembros el 100% de su salario los tres primeros meses del permiso de maternidad, y el 50% en los cinco meses siguientes.
En el fútbol, los clubes afiliados a las 211 federaciones miembros de la FIFA deben ofrecer un permiso de maternidad “de al menos 14 semanas para las jugadoras, remunerado como mínimo con dos tercios del salario contractual”.
En el circuito de la LPGA que cobija a las golfistas profesionales del mundo, además de respetar durante un año su ranking y condición de competencia, cuenta en el desarrollo de los torneos con un sistema de guardería para que las deportistas puedan viajar con sus hijos y las niñeras mientras ellas compiten.
Así lo reveló María José Uribe, la exgolfista colombiana quien en su primer embarazo aún estaba activa y pudo optar por estos beneficios, lo que le permitió mantener su clasificación y asistir a los Juegos Olímpicos de Tokio.
Los 14 clubes de balonmano franceses de primera división firmaron en 2021 un convenio colectivo que prevé hasta un año de salario para las jugadoras en permiso de maternidad.
Los 24 equipos de baloncesto de las dos primeras divisiones nacionales francesas siguieron su ejemplo tres años después, en julio de 2024.
Nueva legislación en la WTA
Recientemente la WTA, que congrega a las jugadoras profesionales de tenis, emitió unos criterios para el manejo de las tenistas embarazadas, generando un permiso de maternidad remunerada y otros derechos de las jugadoras que no existían antes.
Según comunicó la WTA, esta entidad y el fondo público de inversión saudita (PIF) crearon un programa financiado por el propio PIF que ofrecerá “hasta 12 meses” de permiso de maternidad remunerado a “más de 320 jugadoras” del circuito femenino. Y no solo cobija a quienes estén embarazadas sino a las tenistas que acudan a la adopción o a la gestación subrogada (alquiler de vientre) para convertirse en madres.
Este apoyo podrá ser solicitado por jugadoras que hayan participado en al menos ocho torneos WTA en los doce meses anteriores a su solicitud, o al menos veinticuatro torneos WTA en los últimos tres años.
Dichos torneos deberán ser de un nivel superior o igual al WTA 250, y si la jugadora decide poner fin a su carrera después de su permiso de maternidad, “no deberá reembolsar” las cantidades pagadas por el PIF mientras estaban embarazadas.
Ni el PIF ni la WTA revelaron la cantidad invertida por el fondo saudita para financiar este programa y el valor que pagarán cada mes a las jugadoras durante su permiso de maternidad por temas de confidencialidad.
Aunque esta iniciativa es pionera, hay que recordar que otros deportes como el ciclismo, golf y el baloncesto profesional tienen legislación sobre la maternidad.
Qué pasa en los deportes no profesionales
En Colombia hay un grupo de deportistas que pertenecen a disciplinas que no cuentan con ligas profesionales como el patinaje, pero que están amparadas por la reglamentación de salud que tiene el país. Por ello, a través de sus eps pueden llevar el control de sus embarazos, parto y maternidad sin inconvenientes.
Deportistas que hacen parte de las selecciones Colombia y de sus departamentos cuentan con unos reconocimientos económicos mensuales por ser medallistas nacionales, mundiales o de Juegos Olímpicos, y en el caso de las mujeres, cuando tienen ese apoyo y quedan embarazadas, no se pierde.
De acuerdo con lo consultado ante el Comité Olímpico Colombiano y el Ministerio del Deporte, esos beneficios económicos que reciben como deportistas de alto rendimiento son respetados durante estos procesos. Así le ocurrió a la patinadora antioqueña Fabriana Arias (foto), que mientras se preparaba para el Mundial de España en 2019 se enteró de que estaba embarazada.
Fabriana, luego de tener a su primer hijo, Juanse, volvió a entrenar y regresó a competencia, para consagrarse de nuevo como campeona mundial en 2021 en el torneo desarrollado en Ibagué.
Actualmente, la antioqueña acaba de tener a su segundo hijo, siendo deportista activa de selecciones Antioquia y Colombia.