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En el momento en que cruzó la meta, en la última etapa de la Vuelta Antioquia, Diego Pescador (GW Shimano-Sidermec) no podía creer lo que había logrado. Sorprendido por su hazaña le preguntaba a sus compañeros de equipo con incredulidad si había sido campeón.
Y cómo no iba a ser sorprendente si era el ganador más joven de este certamen en sus 50 años de existencia, dejando en el camino a experimentados ciclistas como Sebastián Castaño (Orgullo Paisa) y Alexander Gil (EPM), quienes ocuparon la segunda y tercera casilla, respectivamente.
“Para mí es algo muy bonito, hasta el año pasado los veía correr por televisión en la Vuelta a Colombia y el Clásico RCN. Competir contra ellos es un paso importante en mi carrera”, dice el corredor de 18 años.
Esta ha sido la consagración más importante de este joven prospecto del ciclismo nacional. Oriundo de Quimbaya, municipio ubicado a 20 kilómetros de Armenia, Pescador inició en el deporte desde los ocho años, cuando practicaba atletismo.
Aunque en el running le iba muy bien, porque ganaba carreras nacionales y participó en los Juegos Intercolegiados y Nacionales, su progenitor lo invitó a practicar ciclismo.
“A los 12 años mi papá me convidó a montar bici y me quedó gustando”, cuenta Pescador. Sin embargo, él seguía practicando los dos deportes a la par, hasta que un año después se decantó por la disciplina de las bielas.
Entonces decidió buscar equipo para competir, pero en su pueblo no había mucha oportunidad: “Encontré un club en el municipio de Circasia. Allá cada uno tenía que conseguir sus propios viáticos para correr”.
Tiempo después de no ver progreso le tocó irse para la Liga de Risaralda. Allí le daban más garantías, pero le tocaba desplazarse cuatro días a la semana hacia la Perla del Otún para realizar los entrenamientos y chequeos.
“Mi mamá tenía una moto y nos tocaba amarrar la cicla de la parrilla y viajar hasta Pereira; era muy incómodo porque los cachos de la bici me rozaban en la espalda, sobre todo en los resaltos y los desniveles de la carretera. Siempre íbamos, bajo el agua y el sol, pero con las ganas de salir adelante. Así estuve dos años, a excepción del 2020, cuando no hubo carreras” expresa el corredor, al asegurar que a su mamá le empezó a dar una enfermedad en la piel, en ese tiempo, por aguantar el fuerte sol en los trayectos.
Pese a las grandes condiciones que posee, no siempre fue así. Diego asegura que al principio resultó muy difícil, porque le daba dificultad seguirles el paso a sus compañeros en la Liga de Risaralda. Entonces empezó a esforzarse el doble, a ser más disciplinado, cuidar su alimentación y seguir las recomendaciones de sus estrategas al pie de la letra. “Yo pensé en retirarme, pero veía el esfuerzo que hacían mis padres. A nosotros nos tocaba muy duro, hacer rifas y vender lechona, por si se le dañaba un repuesto a la bicicleta tener como costearlo”.
Llegó la compensación
Pero todo eso valió la pena, porque con el tiempo tuvo buenos resultados en los Campeonatos Nacionales y en la Vuelta al Futuro. Tanto así que en 2021 llegó a Talentos Colombia Bicicletas Strongman, equipo apoyado por el Ministerio del Deporte, y de inmediato, de la mano del entrenador Luis Alfonso Cely, empezó a brillar.
“Ese mismo año quedé tercero de la Vuelta al Porvenir, en la que gané una etapa. El año pasado tuve la oportunidad de hacer parte de la Selección Colombia en el Mundial de Australia, donde conocí a Nairo Quintana, un hombre al que admiro mucho”, resalta el cuyabro.
En la presente temporada fue elegido para integrar el equipo profesional del GW Shimano-Sidermec y estuvo compitiendo en Europa, en la Coppi Bartali, pero se tuvo que retirar por una lesión de rodilla.
“Todo era parte de una preparación para que corriera la Vuelta a Colombia y fue positivo porque también compitió en el Giro de Sicilia y quedó en el puesto 30 de la general; allí fue premiado por ser el corredor más joven en completar este evento (18 años y 111 días) en todas sus ediciones”, expresa con orgullo el estratega Cely.
Y agrega: “Es un pelao tranquilo, respetuoso, sociable y humilde. Con los compañeros y la gente es una gran persona. Es muy humano”.
En la Vuelta a Colombia fue el campeón sub-23 y ocupó la casilla 11 en la general. Cely dice que en lo profesional tiene fortalezas, porque va bien en la crono y en la escalada. “En la Vuelta Antioquia demostró fortaleza en la bajada final de 7 km; se escapó en el descenso y les sacó 27 segundos a sus rivales. A mí me sorprendió mucho, yo esperaba que él ganara la carrera, pero no que les sacara tanto tiempo a los demás. Eso es lo que se gana en Europa, poder sortear esas bajadas tan técnicas y estrechas”.
No obstante, fue enfático en que hay que seguirlo potenciando, y van a tratar de que se quede dos años más en el equipo para que en 2025 dé el salto a un World Tour.
El corredor quindiano, que tiene como ídolo a Alberto Contador por su forma arriesgada de atacar en todo momento, sueña con estar en un Tour de Francia: “Esa es mi meta, llegar a un equipo de alta competencia en Europa, mantenerme por muchos años y ser el sustento para mi familia”.
Aprendiz de deportes. Apasionado por el periodismo deportivo, amante del café colombiano.