Como un renacer, así califica María Serna, madre de Víctor Hugo Ortega, el oro que su hijo le dedicó ayer desde Santa Marta, al ganar la prueba de plataforma 10 metros en los Juegos Bolivarianos.
Ella, que no quiso ver la competencia sino que se fue a la iglesia para orar por su tesoro, confiaba en que Dios le daría la victoria como recompensa al esfuerzo, las horas de entrenamiento y la dedicación con la que el saltador antioqueño vive su deporte.
“Hablamos antes de la prueba, estaba muy tranquilo, sabía que había entrenado bien y se preparó para buscar la victoria, por eso cuando vi el mensaje en el celular –gané oro, ahora te llamo–, le agradecí a Dios por esa bendición, porque este es el resurgir de Víctor, sus primeros pasos pensando en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020”, dijo emocionada la madre.
Y cómo no estarlo puesto que el triunfo del paisa fue amplio y contundente. Alcanzó un puntaje de 458, superando a su compañero Kevin Giovany García, quien logró 434.45 para quedarse con la plata, y el venezolano Robert Alexis Páez, que tuvo una calificación de 400.8, tercer lugar.
De esta manera, Víctor, quien ha estado en cuatro Juegos Olímpicos, retoma el camino en busca de su gran meta, convencido de que tiene mucho para dar y firme en el propósito de recoger buenos frutos, luego de tantos años de exigentes entrenamiento y sacrificios.
En Santa Marta cumplió: un oro en individual y una plata en sincronizado con su compañero Kevin. Ahora, con la tranquilidad de haber logrado el objetivo, regresará a Medellín para seguir practicando, pues el camino apenas inicia.