El checo Josef Cerny (CCC Team) logró la victoria en la decimonovena etapa del Giro de Italia disputada ayer y que será recordada por “la rebelión del pelotón”.
La jornada inició cuatro horas y media después de lo previsto y con un recorrido cortado a la mitad por la exigencia de los ciclistas, quienes no querían tomar la salida para “no ponerse en riesgo” ante las condiciones climáticas, según un comunicado la Asociación Internacional de Ciclistas Profesionales (CPA).
Los 251 kilómetros previstos se convirtieron en 124. La salida fue en Abbiategrasso y no en Morbegno, como estaba pactado inicialmente.
El ritmo del comienzo fue muy rápido y desde el principio el belga Víctor Campenaerts (NTT), el suizo Simon Pellaud (Androni) y Cerny protagonizaron una fuga que luego se amplió a 14 corredores que, con un ritmo frenético, llegó a meter más de diez minutos de diferencia al pelotón.
A 13 km de meta Cerny demostró ser el más ambicioso escapándose en solitario para levantar los brazos en señal de victoria en Asti.
El pelotón, casi de paseo, llegó a meta a más de 11 minutos del ganador.
La general no cambió. El holandés Wilco Kelderman (Sunweb) se mantiene líder por delante de su compañero, el australiano Jai Hindley, a 12 segundos, y del británico Tao Geoghegan (Ineos), a 15’. El portugués Joao Almeida (Deceuninck) es quinto a 2:16.
La etapa 20 del Giro que se disputa hoy sobre 190 km, saldrá de Alba y tendrá un triple ascenso a Sestriere, donde finaliza. Será una jornada alpina exigente, de más de 3.500 metros de desnivel acumulado.