Hace ocho meses, mientras realizaba uno de sus habituales entrenamientos, Cristian Vélez Riveros estuvo a punto de perder la vida.
Descendía a una velocidad de 50 kilómetros por hora por la variante a Caldas y su humanidad se estrelló contra un camión que no puso las direccionales para orillarse ni estacionarse.
Tras el fuerte impacto, Vélez, que venía de consagrarse campeón de la categoría juvenil en la Vuelta a Rionegro, perdió el conocimiento por varios minutos y sufrió fracturas de clavícula, radio y muñeca derecha. “Gracias a Dios logré contar la historia”, señala el pedalista que nació hace 18 años en Amagá y quien en tiempo récord se recuperó para seguir maravillando con su talento.
Tras el accidente y operación, los médicos le recomendaron volver a entrenar en mes y medio, pero a los 15 días, al no sentir dolor, desobedeció y comenzó a probar sensaciones a través de un simulador, mientras que al mes salió a rodar por la carretera.
“Ese percance me marcó, pues en mi carrera nunca había tenido un susto tan grande. Se llega a pensar que no se volverá a tener el mismo ritmo y nivel de competencia; hay frustración, pero con el paso de los días va llegando la calma y el entendimiento. Son adversidades que se atraviesan en la vida y que te permiten retornar más fuerte, con mayor ambición de ganar”.
Para sorpresa de muchos, a comienzos de octubre ganó dos etapas, los premios de montaña, la clasificación por puntos y la general de la Vuelta a Antioquia en representación del equipo Sistecrédito, orientado por Gabriel Jaime Vélez, uno de los grandes cazatalentos de la región paisa.
Luego fue campeón juvenil de ruta en el Nacional en Cota, Cundinamarca; mientras que en la reciente Vuelta del Porvenir, que se disputó entre Putumayo y Huila, triunfó en dos fracciones, se consagró vencedor de la montaña y de los puntos.
Le va bien en el terreno plano, embalando, en la alta montaña, el coctel ideal en busca de un corredor completo. “Pero esa hijuemadre crontrarreloj sí me toca trabajarla un poquito más”, confiesa, mientras deja salir una sonrisa el corredor que dará a conocer el próximo año sus condiciones en el ámbito internacional.
Cristian, hijo de Darío Vélez, minero, y Nubia Riveros, ama de casa, acaba de ser fichado por la escuadra GW Shimano-Sidermec, de categoría continental, dirigida por Luis Alfonso Cely y que viene siendo la plataforma de despegue hacia el pedalismo europeo de las jóvenes promesas de este deporte en el país.
“Desde niño se sueña con tener la oportunidad de ir al exterior. Ahora que se nos presenta hay que aprovecharla al máximo, eso sí, disfrutando el proceso”.
El corredor manifiesta que va a paso a paso, y que no se traza una meta a largo plazo. “Se trata de vivir el día a día, de seguir haciendo las cosas bien, de no perder la chispa, porque es así como se van abriendo nuevas puertas”.
Por lo pronto, en el GW Shimano-Sidermec tendrá una buena vitrina para seguir exhibiendo la calidad que posee. Entre los juveniles de Colombia no solo dejó huella, también mostró fuerza de guerrero.