Si quiere mantener con vida a Nacional, el técnico encargado Alejandro Restrepo tendrá que hacer lo que dos técnicos curtidos por incontables jornadas al borde del campo, como Jorge Almirón y Paulo Autuori, no pudieron: ganarle el pulso táctico a Alberto Gamero, que a punta de planificación lleva ya cuatro triunfos consecutivos sobre el cuadro verde.
Gamero, de comprobada laboriosidad en su trayectoria como técnico en el fútbol colombiano, tomó atenta nota en los años que le tocó sufrir la estrategia de Juan Carlos Osorio y Reinaldo Rueda y ahora, con las mismas armas que solía usar Nacional, ha consolidado una superioridad reciente que mañana estará nuevamente en juego.
En el último juego, en el que venció 1-2 en el Atanasio, Gamero logró con sus dirigidos anular la salida de Alexis Henríquez, un sello del elenco verde en los últimos años, con los que solía ganar posiciones en el terreno de juego y explotar espacios.
También puso en práctica los conceptos defensivos con los que Nacional solía someter a los rivales como las coberturas, vigilancias, desdoblamientos y presión, elementos que el mismo técnico pijao confiesa que extrajo de la labor de Osorio en el cuadro verde.
Así, pues, la tarea para Restrepo, con apenas dos partidos profesionales en su labor técnica, asoma bastante compleja. “Tolima es un equipo complicado. Venimos de hacer una muy buena semana, mezclamos orden con rebeldía. Debemos hacer un partido inteligente en Ibagué”, sostuvo el entrenador interino, quien suma dos triunfos en la labor que le encomendó el club tras la salida de Autuori.
Para el decisivo juego ante Tolima, que podría encaminar a Nacional hacia la final o eliminarlo, Restrepo contará nuevamente con Alexis Henríquez y Jeison Lucumí, recuperados de sus molestias físicas.